La embajadora de El Salvador ante las Naciones Unidas, en representación del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Egriselda López, denunció las injusticias que vive la población cubana ante el embargo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
López declaró este miércoles en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para pedir el fin del embargo estadounidense contra Cuba, que el país «continúa siendo objeto de un injustificado bloqueo económico, comercial y financiero, que ha obstaculizado durante décadas su proyecto nacional hacia el desarrollo sostenible».
El bloqueo comenzó en 1960 y fue ampliando sus medidas hasta alcanzar a terceros países a partir de 1992, según la ONU.
La funcionaria también recordó que durante la pandemia por la COVID-19 «las restricciones asociadas al bloqueo dificultaron a las autoridades de salud pública, la adquisición de insumos y equipamientos médicos imprescindibles (…) Se obstaculizó incluso la adquisición de oxígeno medicinal en terceros países causando la pérdida de seres queridos para muchos cubanos».
Indicó que «la arbitraria e injustificada inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo ha reforzado las dificultades del país para insertarse en el comercio internacional y realizar operaciones financieras, provocado cierres de contratos, pérdidas de relaciones con entidades bancarias, entre otras dificultades».
«Debe cesar de inmediato la infundada categorización de Cuba como un país terrorista, lo cual ha ocasionado costos y consecuencias incalculables para la economía cubana, recrudeciendo el impacto del bloqueo, sobre todo para su pueblo», aseveró.