El Salvador vivió un fin de año diferente, ya que la delincuencia, el crimen y la inseguridad no fueron el principal problema de nuestra sociedad. Los programas de radio y televisión no pudieron manipular y manejar el tema de la inseguridad como una agenda «setting» que pretende por los medios masivos de comunicación tener influencia sobre la población, y de esta manera mantener un interés informativo e importancia de acuerdo con el medio y sus aliados. Es más, ocurrió algo inédito: en los balances del año, la semana anterior los medios y los presentadores evitaron mencionar el tema de la seguridad, invitaron a panelistas afines, a empleados de los medios o a personas que se han beneficiado de consultorías, trabajo, fondos para ONG, fundaciones, observatorios de violencia o derechos humanos para tener control de las opiniones y evitar sorpresas.
El Salvador ha cerrado con 1,322 homicidios de manera preliminar, a espera de que se oficialice el dato país, que ocurrirá en el transcurso del presente mes, para un promedio anual de 3.6 homicidios diarios durante 2020, lo que permite establecer una tasa de 19.5 homicidios por cada 100,000 habitantes; además, al disminuir el número de homicidios, el promedio de asesinatos de mujeres también disminuyó a 0.4 mujeres asesinadas a diario.
Estos indicadores principales de violencia en El Salvador son logros y avances importantes, por primera vez en la historia de la república en 199 años, lo que permite que El Salvador cierre 2020 por debajo de los promedios e indicadores de violencia homicida en América Latina.
El Salvador rompe con varias estadísticas y tendencias en violencia. El año pasado inició debido a los resultados de siete meses completos del denominado Plan Control Territorial, impulsado y liderado por el presidente Bukele, logrando cerrar 2019 con una disminución de -28.3 % en homicidios, un promedio anual de 6.6 diarios y una tasa de 35.8 por cada 100,000 habitantes. Ahora el Plan Control Territorial que ejecuta el Gabinete de Seguridad, en el nivel político estratégico por el ministro de Justicia y Seguridad, ingeniero Rogelio Rivas Polanco, y en lo táctico operativo estratégico policial y coordinado por el comisionado Mauricio Arriaza Chicas y su equipo, acompañando las tareas de seguridad pública con el invaluable apoyo y respaldo de la Fuerza Armada y el eje transversal de la Dirección General de Centros Penales quebraron sus mejores registros y marcas del año anterior, convirtiéndolos en el mejor Gabinete de Seguridad a la fecha y con únicamente 19 meses de administración.
La campaña política de manera oficial tiene ya dos semanas, y el tema de la inseguridad, violencia y relacionados no será escalera ni plataforma de ningún candidato o candidata, porque los resultados son innegables, irrefutables, con clara tendencia a la baja y mejorando cada año. El crimen organizado sin duda fue el gran perdedor de 2020, siempre utilizó los principales delitos contra el patrimonio y homicidios para distraer a las autoridades, desenfocarlas e influir en la población que todo estaba mal por los mismos indicadores. ¿A dónde están las voces que pasaron todo 2020 diciendo que había una nueva tregua como en 2012? Ahora callan, y se tienen que rendir ante semejantes resultados y evidencia por medio de indicadores en sedes fiscales, policiales y de Medicina Legal. Bendecido y próspero año 2021, con fe en Dios, que su gracia y favor estén con aquellos que decidan creer en Él y sus promesas.