Una de las noches más tristes en la historia del fútbol salvadoreño fue la del 20 de mayo de 2023. Una estampida de hinchas generada en uno de los accesos a la localidad de Sol General, cuando se jugaba el partido entre Alianza y FAS por la vuelta de cuartos de final, terminó en tragedia con un saldo de 12 fallecidos, 500 personas atendidas por el sistema de salud y otros 100 que fueron trasladados a centros médicos.
Los hinchas albos llegaron ayer al Cuscatlán para montar un altar en honor a los que perecieron en el lamentable hecho.
Este domingo, desde tempranas horas hubo familiares de las víctimas que se acercaron al Instituto de Medicina Legal para retirar los cuerpos, más tarde fueron velados en diferentes funerarias.
En un ambiente de resignación, un ataúd rodeado de flores blancas, amarillas y celestes y una foto de una persona que en su rostro se dibuja una sonrisa, quedara en la memoria de su familia y amigos. Alberto Antonio Palacios, un aficionado aliancista que falleció la noche del sábado en la estampida del estadio Cuscatlan, fue homenajeado por cerca de un cenetenar de personas que llegó a uan funeraria de Santa Tecla.
A Alberto, de 42 años de edad, su familia lo recuerda como una persona carismática, que estaba en el momento que se le necesitaba. Sus allegados dicen que era de pocas palabras, pero de hechos,a demás de ser un apasionado por el fútbol, especialmente del Alianza.
En otra funeraria de la capital también fue velado Fernando Chávez, otro acérrimo hincha de los paquidermos. Familiares y sus amigos que compartían su pasión por Alianza llegaron a despedirlo. También hubo un grupo de hinchas de la Barra Brava que le dedicaron cánticos que juntos entonaban en las gradas.





