Las torrenciales lluvias caídas durante la tarde del domingo no solo causaron estragos en la capital, en el oriente del país el nuevo hospital del Seguro Social de San Miguel volvió a sufrir inundaciones, así lo denunció a través de su cuenta de Twitter, la directora del ISSS, Mónica Ayala Guerrero.
«Y en estos momentos en el hospital regional de San Miguel del ISSS construido con altos estándares de calidad y transparencia», publicó la funcionaria en su red social, en clara alusión a los argumentos que ha esgrimido la UNOPS, oficina de Naciones Unidas que avaló el diseño de ese complejo hospitalario.
El post de la directora del ISSS fue acompañado de un video en el que se observa como una cantidad considerable de agua se filtra por el techo de una de las áreas hospitalarias del Seguro.
También: Directora del ISSS denuncia que hospital de San Miguel se construyó con «acuerdo ilegal»
En fotografías se observa la inundación en el área de parqueo de un sótano y la parte exterior cercana a la planta de energía.
Minutos después Ayala publicó otro clip en el que se observa como el parqueo del hospital luce completamente inundado debido a los daños en la infraestructura.
«Pedimos a la Fiscalía General de la República que investigue este acuerdo lesivo para el patrimonio de los derechohabientes», enfatizó la funcionaria.
También el Presidente, Nayib Bukele, reaccionó y escribió en su Twitter: «El Legado del FMLN», «Costó 85 millones de dólares. Más caro que el hospital El Salvador. Pero solo tiene 162 camas (no 2,000). Y de esas, solo 13 son de cuidados intensivos. 13, no 1,000. Necesitaron 2 períodos presidenciales. 3 años de planificación y 4 de construcción», puntualizó el mandatario.
El pasado 20 de octubre la directora del ISSS denunció que tras la construcción del hospital se dejaron más de 1,077 losetas de cielo falso dañadas, filtración de aguas lluvias, pisos, ventanas, tuberías y paredes en deplorables condiciones.
Ese mismo día la funcionaria hizo un recorrido en el edificio para constatar los daños que en poco tiempo ha presentado la infraestructura, la cual según Ayala podría costar $120 millones, debido a un arbitraje que hay entre quienes promovieron el convenio de construcción.

«Sabemos que el Instituto por décadas ha sido una caja chica y ya es tiempo que dejemos de desangrar al Seguro Social, porque es dinero que pagamos los derechohabientes», dijo Ayala.
La directora denuncia que el hospital no cuenta con rampas para que los pacientes sean trasladados en camilla o sillas de ruedas, por lo que aseguró que, debido a la emergencia por la pandemia de coronavirus, tuvieron que hacer una rampa provisional para poder trasladar a las personas.
Reynaldo Bolaños, director regional de San Miguel, lamentó no tener acceso a los expedientes de los contratos, por lo que pidió a las empresas constructoras que reparen los daños.
Además: El ISSS fue excluido de la supervisión de construcción del Hospital de San Miguel
«Nosotros les decimos que vengan a solventar este problema, pero nos dicen que la IBT no les ha pagado. Nosotros [hospital del ISSS] tenemos un convenio con la UNOPS y es la UNOPS a quien le pagamos. Ya se pagó, pero ellos tienen que pagarle a la compañía que contrataron para hacer el edificio, pero dicen que no les han pagado», reclamó el director.
Bolaños recordó que en junio de 2018 había 1,600 observaciones que fueron reportadas a la UNOPS, de las cuales solventaron más de la mitad. Sin embargo, quedaron 800, que son las que piden que lleguen a reparar.
Algunos médicos que laboran ahí ya habían advertido que cuando llueve, el sótano se inunda, por lo que se les dificulta sacar sus vehículos.

«Este es un mal trabajo, casi en todos los edificios se inunda, hay compañeras que se han deslizado por las goteras que caen. Para la tormenta Amanda, esto se puso horrible», comentó la doctora Ana Rodríguez.
Médicos que se encuentran en el área de COVID-19 aseguran que en el techo de la sala de monitoreo de pacientes caen goteras y los baños también se inundan.
Las instalaciones de este hospital que costaron $83 millones fueron entregados al ISSS en plena pandemia para que fuera utilizado pata atender a pacientes con COVID-19.