Elías Alberto Reyes, ingeniero y docente de la Universidad de El Salvador (UES), propone un modelo habitacional y de edificios de vanguardia, pero en armonía con el medioambiente para zonas con altas temperaturas, como las de San Miguel.
En los últimos años y gracias al clima de seguridad, San Miguel ha experimento un rápido crecimiento urbanístico en áreas que antes se encontraban lotificadas, pero que sus dueños no se atrevían a dar el paso de invertir en la construcción de una vivienda por temor a ser víctimas de la delincuencia.
Para Reyes, catedrático de Urbanismo, este auge tiene sus bases en el crecimiento natural de la ciudad y de la región impulsado por dos ejes fundamentales.
«Por un lado, los proyectos estatales están generando esa explosión que permite que los proyectos de la empresa privada se desarrollen. Obviamente el Gobierno tiene un plan atrasado en los ejes mayoritarios, por ejemplo, Surf City 2, que es un proyecto superatinado, y el periférico Gerardo Barrios. Esos proyectos son dinamizadores de la economía y de la tierra urbana», explica.
Asimismo, señala que San Miguel cuenta con ventajas como un territorio plano, que puede crecer en todos los sentidos, excepto en lo alto del volcán Chaparrastique, tierra fértil donde se puede combinar la agroindustria con el desarrollo urbano de núcleos poblacionales y una buena conexión vial; sin embargo, sus altas temperaturas no generan el confort esperado.
Es acá donde el urbanismo ecológico juega un papel fundamental. «Mi diseño se basa en romper paradigmas de lo que han llamado “modernidad” y en verdad hacer buena arquitectura, porque la arquitectura, si la definimos, es hacer un lugar bueno para vivir, desarrollar la arquitectura en armonía con la naturaleza», dijo.
Reyes plantea que esta propuesta se puede conseguir desde una vivienda de interés social.
«Hay algo que se llama microclima y se puede generar desde una casa. Nosotros tenemos una vivienda en San Miguel de 6 metros de frente por 18 de largo, y logramos bajarle 10 grados a la temperatura promedio de San Miguel con vegetación», asegura.
En aquellos espacios reducidos para los árboles, las personas pueden revestir sus casas con plantas trepadoras y generar las ventilaciones adecuadas. «¿Por qué plantas como las palmeras, las rosas, las veraneras o buganvilias son tan bondadosas? Porque nos brindan ventilación y están enfriando el aire con sus hojas, y es lo que no alcanzamos a entender en San Miguel», propone Reyes.
Pero existe otra cara en el diseño de viviendas y son aquellos traídos por los salvadoreños que migraron a Estados Unidos y hoy buscan establecer un hogar en su país e incluso personas de otros países que deciden vivir en El Salvador.
«Muchas veces el diseño está bien, pero hay que adaptarlo para El Salvador. Esa adaptación a veces no se hace bien y terminan teniendo unas casas que a ellos mismos tampoco les gustan y gastaron miles de dólares, además de talar grandes cantidades de árboles debido a la dimensión de las casas», dijo.
Para este ingeniero, es en este punto donde hizo falta una buena guía o dirección para la persona interesada en construir, desde los actores locales, familiares y profesionales.
«Ahí hemos fallado los arquitectos en ser esa guía idónea para adaptar y tropicalizar, porque hay materiales que o no están en el mercado o se requiere utilizar uno equivalente. Por ejemplo, los techos sumamente inclinados tal vez sean para la nieve, pero en las áreas de montaña sí van a servir para que escurra rápido la lluvia, las hojas», indicó.
El Gobierno del presidente Nayib Bukele, desde el Ministerio de Vivienda y otras instituciones, está generando políticas de acceso a una vivienda digna para las familias salvadoreñas.
«En la visión del presidente, los macroproyectos de región del país van a traer unos incentivos de tecnología y de personas que tienen clima similar al nuestro. Entonces, de alguna manera eso va a hacer que la vivienda que hoy por hoy se está construyendo en San Miguel y en la región mejore. A esto se suma la implementación de políticas de permisos medioambientales para iniciar una construcción y la acción contralora que ejerce la Autoridad Salvadoreña del Agua», agregó.