El juicio contra Elon Musk, acusado por los inversores de escribir un tuit fraudulento, comenzará el martes en San Francisco, después de que el viernes un juez rechazara una petición de los abogados del jefe de Tesla para trasladar el caso fuera de California.
El caso se remonta al verano de 2018, cuando Musk había afirmado en un tuit tener financiación suficiente para sacar a Tesla de bolsa, un mensaje que había provocado una fuerte oscilación de la cotización durante unos días.
El 10 de agosto se presentó una denuncia contra el director de la empresa por haber «manipulado artificialmente el precio de las acciones de Tesla para arruinar por completo a los inversores» que apostaban por la caída del precio de la acción.
Cuatro años y medio después, parece haberse eliminado el último obstáculo al juicio.
La defensa argumentó que el multimillonario no podría tener un juicio imparcial en San Francisco, donde compró Twitter a finales de octubre y fue ampliamente criticado por sus decisiones, desde la política de moderación de contenidos de la plataforma hasta los despidos masivos.
En una sentencia anterior relacionada con este caso, el juez consideró que el infame tuit de 2018 podía considerarse «falso y engañoso».
El mensaje del jefe de Tesla le trajo problemas con las autoridades.
El regulador bursátil estadounidense (SEC por sus siglas en inglés) consideró que el magnate no había aportado pruebas de su financiación, y presentó entonces una denuncia.
La SEC le exigió que renunciara a la presidencia del consejo de administración de Tesla, pagara una multa de 20 millones de dólares y posteriormente le exigió que sus tuits directamente relacionados con la actividad de Tesla fueran aprobados previamente por un abogado competente.
Musk volvió a intentar en primavera anular esta decisión, sin éxito.