La Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), por medio de un equipo multidisciplinario, hace monitoreos e inspecciones técnicas en diferentes mantos acuíferos para verificar el cumplimiento de la ley.
En el nacimiento de agua de El Pescadito de Oro, en Nahulingo, Sonsonate, desarrollaron un estudio con equipo de alta tecnología para determinar con certeza científica desde dónde se infiltra el agua y se recarga, para garantizar su calidad.
Los equipos hicieron un análisis de isotopos estables de la molécula del agua de oxígeno 18 y deuterio a siete muestras de agua recolectadas, y se determinó que la elevación de recarga ocurre entre los 800 y 1,000 metros sobre nivel del mar. Además, concluyeron que hay concentraciones de agua de origen subterráneas que provienen de la laguna Verde, de Apaneca, en Ahuachapán.
El presidente de la ASA, Jorge Castaneda, afirmó que esta es una zona de protección de recarga acuífera y están comprometidos con no permitir que nadie dañe el manantial El Pescadito de Oro.
«Las zonas de recarga acuífera son áreas donde la lluvia se filtra al subsuelo y alimenta los ríos y manantiales que nos dan vida», indicó Castaneda.
La ASA también informó que recientemente se registró una junta de agua que se abastece de ese manantial para cumplir los requisitos establecidos por la ley.