El Gobierno del presidente Nayib Bukele impulsó desde sus inicios el Plan Control Territorial para enfrentar de manera directa y contundente a las pandillas, el principal peligro para la seguridad, la tranquilidad y el desarrollo de los salvadoreños. Esta acción decidida en contra de la delincuencia y en claro beneficio de los ciudadanos encontró el bloqueo de parte de aquellos sectores que se oponían a perseguir a los criminales.
En los primeros meses del Gobierno, la vieja Asamblea Legislativa impidió el pleno financiamiento del Plan Control Territorial. ARENA-FMLN y sus aliados impidieron la aprobación de créditos fundamentales para dotar a la Policía Nacional Civil (PNC) y a la Fuerza Armada de los recursos necesarios para modernizarse y fortalecer sus capacidades operativas.
Sin embargo, desde el Gobierno no hubo marcha atrás y se procedió a implementar, de la mejor forma, los planes con lo que estaba disponible.
Fue un mensaje demoledor: el presidente Bukele estaba plenamente comprometido a combatir a la delincuencia, pero los aliados de los pandilleros se opusieron, bloqueando el financiamiento necesario.
Una vez que los salvadoreños, a través del voto secreto y directo, decidieron que la nueva Asamblea Legislativa erradicaría a los viejos partidos políticos, se levantó el veto hacia los créditos tan necesarios para implementar de forma plena el Plan Control Territorial.
Y los resultados están a la vista. El Salvador dejó de formar parte de la lista de países más peligrosos (en la que incluso estuvo en primer lugar en los gobiernos de ARENA y del FMLN) y ahora es uno de los lugares más seguros del continente americano.
De hecho, otras naciones han reconocido estos avances y mandan continuamente delegaciones para conocer el método utilizado por el Gobierno del presidente Bukele para combatir a las pandillas y reducir drásticamente los homicidios y otros crímenes violentos.
Esta semana, la embajada de Estados Unidos reafirmó su confianza en el trabajo del Ministerio de la Defensa y donó cuatro helicópteros, que serán utilizados para reforzar las tareas de seguridad pública, además de que serán desplegados en una misión internacional en África. Asimismo, entregó un camión de bomberos, un camión cisterna, generadores de electricidad y un montacargas.
De esta forma, el Gobierno de El Salvador continúa trabajando con Estados Unidos para una tarea que beneficia a toda la comunidad internacional, que es garantizar que el país sea un territorio seguro, donde no tenga cabida ninguna organización criminal.