Myrna Argueta, madre del astronauta salvadoreño Frank Rubio, seleccionado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) para viajar a la Luna y a Marte, reaccionó orgullosa y complacida por la elección de su hijo para que cumpla esa misión en 2024 con el programa Artemis.
Argueta, originaria de la ciudad de La Unión, develó las claves y las bases que han fundamentado el éxito que ha tenido su hijo, al punto de llevarlo hasta un planeta desconocido y convertirse en el primer humano en lograr esa hazaña.
«Él ha sido muy dedicado a sus estudios, a su trabajo. Todo lo que hace lo hace con un sello de excelencia. Le pido a Dios que siga igual, porque me imagino que ir a la Luna no es solamente para experimentar. Imagino que va a haber algo más para la humanidad. Si Dios le ha dado esa oportunidad, que aproveche para traernos buenas nuevas»,
Dijo la madre de Rubio.
Frank Rubio nació el 11 de diciembre en Los Ángeles, California, y toda su formación académica y profesional la llevó a cabo en Estados Unidos. Se graduó de West Point en 1998. Es teniente coronel del Ejército de ese país y doctor en medicina. Antes de llegar a la NASA, trabajó como piloto de helicóptero Blackhawk y como cirujano de vuelo en el Ejército.
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En una entrevista para la NASA, Frank Rubio reforzó las palabras de su madre. Se definió como «el resultado de muchos sacrificios» que lo han catapultado a ser uno de los dos astronautas que vivirán la experiencia en la Luna, cuya misión solicitaron cientos de aspirantes a escala mundial.
«Soy el hijo de una madre soltera adolescente. Nunca hubo la opción de sentir pena por nosotros mismos o de usarlo como excusa. Simplemente era: “Ey, lo puedes hacer mejor, puedes salir adelante, trabajando duro, estudiando duro”. Y eso estableció una muy buena base fundacional de que el trabajo duro da resultados»,
expresa Frank en un video en las cuentas oficiales de la NASA.
El primer vínculo que estableció Frank con el territorio salvadoreño de donde son originarios sus padres fue cuando apenas tenía nueve meses de edad. El ahora astronauta llevó a cabo sus estudios de parvularia en el colegio San Carlos, de La Unión, donde aprendió a leer y a escribir. Pero a los seis años regresó al país donde ha construido su vida de éxitos.
Myrna viajó a Estados Unidos gracias a una visa de estudiante. Desde entonces, ella se dedicó a trabajar y a estudiar para salir adelante. Para ella, su ejemplo fue clave en la formación de Frank, ahora de 42 años y quien está a punto de cumplir un sueño. No obstante, la madre del astronauta confesó que, en el fondo, no deja de causarle un poco de preocupación.
«Siempre hay preocupación, y si se le pregunta a cualquier madre salvadoreña, va a decir lo mismo, que uno se preocupa; pero estoy confiando en que todo le va a salir bien. Soy sincera y lo que más me preocupa es que se pueda quedar allá. Y la única razón por la que se podría quedar es si algo pasa, algún desperfecto. Pero no, yo sé que va a volver», expresó.
El astronauta es padre de cinco hijos: cuatro niñas de nueve, 11, 14 y 16 años, y de un adolescente de 14, con quienes le gusta compartir en su tiempo libre. Incluso es el entrenador de fútbol del equipo de las niñas, porque a Rubio también le gusta ese deporte.
«Espero que él sea un ejemplo para los jóvenes y también para las madres. Uno tiene que esforzarse un poco para sacar adelante a sus hijos. La educación es lo único que los va a sacar adelante. El dinero no tiene nada que ver, sino que “si yo me esfuerzo, consigo becas, estudio y sigo adelante”. Y él así lo hizo».
manifestó la madre de Rubio.
«Yo creo que hay muchos Frank Rubio aquí en El Salvador. Lo que necesitan son las oportunidades de estudio, porque aquí hay muchísimos talentos», agregó.