Una de cada cuatro mujeres carece de autonomía para decidir sobre su cuerpo en América Latina y el Caribe, principalmente por la alta tasa de matrimonios de menores de edad, alerta un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) presentado este miércoles en Panamá.
«En nuestra región como en el mundo existen mujeres, niñas y jóvenes que no tienen el control sobre sus cuerpos y sus vidas, pese a que es un derecho fundamental», señaló Harold Robinson, director regional de Unfpa para América Latina y el Caribe, durante la presentación del informe.
Según el reporte, en promedio, un 26% de las mujeres latinoamericanas y caribeñas, entre 15 y 49 años, no pueden decidir en materia de salud sexual y reproductiva, uso de anticonceptivos o el mantenimiento de relaciones sexuales.
«Esto lo que nos está alertando es que una de cada cuatro mujeres no puede tomar decisiones», manifestó Neus Bernabéu, asesora de género y juventud de la oficina regional de Unfpa, con sede en Panamá.
El documento, titulado «Mi cuerpo me pertenece», afirma que, a nivel global, apenas la mitad de la mujeres puede tomar decisiones relacionadas a su atención médica, a sus relaciones sexuales o al uso de métodos anticonceptivos.
«Todas estas son realidades que (también) se dan en nuestras comunidades y países de la región y atentan contra la autonomía corporal», dijo Robinson a la AFP.
«No nos podemos conformar», señaló por su lado Bernabéu, encargada de difundir el documento de manera virtual para la región.
«Roban» el futuro
En el caso de América Latina y el Caribe, uno de los principales lastres para la autonomía de las mujeres es el alto índice de matrimonios de menores de edad: una de cada cuatro se casa o entra en una unión temprana antes de los 18 años, de acuerdo con el informe.
Las consecuencias son «devastadoras» porque «roban» el futuro de estas menores de edad, destacó Robinson.
Los expertos consideran que estos matrimonios tempranos obedecen a varios factores, como desigualdad de género, violencia, pobreza, abandono escolar, embarazo adolescente o marcos legales inadecuados.
Incluso, advierten que en ocasiones los matrimonios de menores de edad se producen como una estrategia para escapar de la pobreza.
Sin embargo, condicionan la salud y el futuro de las mujeres, al tener que abandonar los estudios o no poder tomar decisiones por presiones sociales, culturales o de la propia pareja.
Además, pueden facilitar la violencia de género debido a la falta de oportunidades y de independencia económica.
«En América Latina y el Caribe al menos tres de cada 10 mujeres que contrajeron matrimonio durante su niñez fueron sometidas a violencia por parte de su pareja», señaló Robinson.
«La autonomía corporal es un concepto fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos», agregó.
Pero Bernabeu acotó que «la autonomía corporal sigue siendo solo una posibilidad remota todavía para muchas personas en América Latina y el Caribe».