El obispo Fabio Colindres confirmó que el expresidente Mauricio Funes y el exministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, estaban enterados de todo lo que ocurría con la tregua ya que junto a Raúl Mijango como mediadores de ese proceso, les rendían informes.
En su declaración sostuvo que al ser mediador comprendió que tendría acceso a los centros penales sin registros y teléfono personal con autorización de Munguía Payés y Funes.
«Como mediador pude ingresar antes, durante y después de los traslados y todas las actividades que realizaban se las informaba a Funes y Munguía Payés», respondió a preguntas de los fiscales.
Colindres manifestó que a Mauricio Funes lo conoció a raíz de la tregua en Casa Presidencial, sostuvo que la tregua inició en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, departamento de La Paz y que con ese proceso la Pandilla 18 y Mara Salvatrucha pactaron no agredirse sabiendo que iban a tener facilidades del gobierno, las peticiones las hacían a través de Mijango, quien ahora paga condena de 12 años por extorsionista.
«Lo primero que pidieron era salir del penal de máxima seguridad, visita íntima y la posibilidad de hasta tener teléfonos celulares», detalló el obispo al ser interrogado sobre los privilegios que las pandillas exigieron como condición parta entablar la denominada tregua.
Aseguró que con Raúl Mijango no tenían una agenda establecida, solo que el exguerrillero le explicó que tenían facilidades de ingresar a los penales sin registros.
Tras las peticiones hechas por los cabecillas la primera que se les cumplió fue trasladarlos desde el penal de Zacatecoluca hacia «sus bases» como le llamaron a los recintos carcelarios donde estaban sus demás compañeros, argumentaron que debían estar con ellos para convencerlos sobre la tregua.
Agregó que el 12 de marzo del año 2012 iniciaron los traslados y las entradas al penal de Zacatecoluca las autorizó David Munguía Payés, cuando llegaban ya los estaban esperando.
En el afán de ser mediadores, se reunieron de cinco a seis veces con los cabecillas de las pandillas en salas asignadas y sin ningún control, entre los mareros estaba Borromeo Enrique Henríquez, alias «Diablito de Hollywood».
En la primera reunión de una hora fue una respuesta nula de los pandilleros, quienes se mostraron muy fríos, ya en la segunda sesión se mostraron más receptivos, detalló.
Recordó que cuando se reunieron con los cabecillas de las dos pandillas, estos comenzaron a pedir traslados que querían ir a sus bases que tenían en los diversos penales donde estaban sus compañeros para hablarles de la tregua.
Lo que la Fiscalía ha sostenido es que al salir estos cabecillas a penales de menor seguridad lo que hicieron fue continuar dando órdenes para cometer ilícitos.
El ahora obispo de San Miguel, dijo ante el juzgado que el primer traslado fue de Zacatecoluca hacia Ciudad Barrios fue avalados por David Munguía Payés y Mauricio Funes.
Luego de los traslados comenzaron a pedir televisores y productos para ser vendidos dentro de los penales, privilegios que también les fueron concedidos a las pandillas, detalló el religioso.