Durante el confinamiento que vivió el país al inicio de la pandemia por la COVID-19, José Ovidio Díaz dedicó parte de su tiempo a sembrar árboles y plantas de jardín, hasta que poco a poco se hizo de un vivero, que con el paso de los meses se ha convertido en su fuente de trabajo y de ingresos económicos.
Este productor todas las semanas viaja, junto con su esposa, a la zona oriental del país a vender sus plantas y árboles frutales o de sombra, que siembra y produce en su vivero que tiene en Cojutepeque, Cuscatlán.
Algunos de los lugares que visita Ovidio por lo menos dos veces a la semana es Santa Rosa de Lima y la ciudad de La Unión, pero también comercializa las plantas en la ciudad de San Miguel.
«A la gente les gusta y buscan bastante las plantas y nosotros aquí en Santa Rosa de Lima tenemos clientes que nos visitan de Anamorós, Trompina y de los alrededores de esta ciudad. Aquí nosotros les andamos más que todo plantas de jardín, como rosas de diferentes colores, pero también traemos plantas de hierbabuena, romero y palos cítricos, también de aguacate, mango, entre otros», expresó Díaz.
Lo que más vende este viverista son las plantas de jardín. Aseguró que cuando viene la temporada de lluvias las personas aprovechan a comprar árboles frutales para sembrarlos en sus propiedades, por lo que debe prepararse con varios meses de anticipación para reproducirlos.
Cada vez que viaja a la zona oriental, Ovidio moviliza un estimado de 800 plantas que vende en dos puntos de la ciudad limeña, a un costado del parque El Obelisco y en el mercado del municipio.