La presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, anunció el viernes por la noche la expulsión de los 18 diputados que irrespetaron el acuerdo para elegir al nuevo titular del Congreso Nacional de Honduras.
Tras convocar a una reunión de urgencia para analizar el futuro de los parlamentarios «rebeldes» y «traidores», la resolución de los líderes del Partido Libertad y Refundación (Libre) fue la expulsión definitiva.
«Por aclamación de manera unánime resolvemos y aprobamos, de forma extraordinaria, declarar la expulsión definitiva de los diputados disidentes», afirmó Castro.
La mandataria electa agregó que a partir de la fecha los legisladores perdían su condición de militantes activos del partido y quedaban prohibidas sus acciones en nombre de Libre.
Castro convocó a una vigilia en los alrededores del Congreso Nacional, «al pueblo hondureño y a toda la militancia en general. La vigilia inicia desde la noche del sábado y madrugada del día domingo 23 de enero para repudiar la tentativa de secuestro del Poder Legislativo y el Congreso Nacional y rechazar el bipartidismo dirigido por el dictador Juan Orlando Hernández, con la complicidad de unos pocos diputados traidores electos por el pueblo bajo nuestra bandera de Partido Libre», sentenció la presidenta.
La junta directiva provisional del Parlamento fue electa en medio de una polémica, porque los diputados expulsados se opusieron a que el presidente fuera Luis Redondo, apoyado por la presidenta electa. Los diputados se fueron a golpes en el estrado del edificio del Congreso.