Proteger y conservar la vida silvestre ha sido una de las prioridades desde que inició la gestión del presidente Nayib Bukele. A través del Ministerio de Medio Ambiente (MARN) se desarrollan diferentes estrategias con este objetivo, ya que en El Salvador hay una serie de especies de animales que se encuentran amenazadas por diversos factores.
El caimán y el cocodrilo entran en esta categoría; por ello, el MARN desarrolló el Programa Nacional de Conservación de Caimán y Cocodrilo, un esfuerzo que está encaminado a la conservación de esas especies y que a poco más de dos años de su creación ha logrado proteger y liberar a un aproximado de 270 crías de cocodrilo.
«A los programas de conservación se empezó a darles forma allá por 2020, ya que [lastimosamente] la gente, al identificar un nido de cocodrilo, lo excava, destruye los huevos o le pone basura y le enciende fuego. Como dato estadístico se han protegido y liberado entre 250 y 270 neonatos de cocodrilos, provenientes de 20 nidos intervenidos por los equipos de guardarrecursos», informó el coordinador del programa, Jordi Segura.
De acuerdo con Segura, como parte de las acciones que contempla este programa está la creación y el mantenimiento de un vivero de huevos de cocodrilo, donde pasan entre 60 y 70 días en incubación para brindarles seguridad y protección, y luego ser liberados. Actualmente existen tres viveros, que están ubicados en la Barra de Santiago, la bahía de Jiquilisco y en la bahía de La Unión.
Además, se hacen monitoreos de nidos, de poblaciones, investigaciones sobre su especie, se promueve la educación ambiental en las áreas naturales protegidas, entre otrasacciones. «Estamos luchando con educación ambiental para enseñarles a las personas que ver un caimán o un cocodrilo no es malo. Ellos se alejan al ver un humano. Nosotros no representamos un peligro para ellos», indicó el técnico del MARN.
El experto destacó que el MARN está elaborando dos documentos. El primero aborda la educación ambiental sobre el cocodrilo y el caimán para niños de seis a nueve años y de 10 a 12, y el otro habla sobre las acciones que se deben ejecutar en caso de establecer encuentros con ambas especies, lo que también implica un turismo responsable.
Resaltó también que la existencia de ambas especies es importante, especialmente en los manglares, ya que su presencia es señal de que son espacios sanos y aptos para ellos. Segura explicó que estas especies son las encargadas de limpiar los canales, comer carroña y ofrecen otros servicios ecosistémicos.