San Miguel, la ciudad que es reconocida a escala mundial por su tradicional carnaval, se debate entre tres corrientes de cara a las próximas elecciones municipales. Están los que buscan un nuevo rostro para que dirija los destinos de la alcaldía, los que creen que debe continuar el izquierdista Miguel Pereira, pero no hay que obviar al grupo que considera que el «popular» Will Salgado debe regresar a la silla municipal.
Al menos en la última década, y me atrevo a decir que siempre ha sido así, los migueleños nunca han tenido una tercera opción o un tercer candidato fuerte por quien decantarse y que logre romper la rivalidad entre los dos principales contendientes de la elección municipal. Así lo dicen también los datos del TSE en las últimas tres elecciones municipales.
Para las elecciones de febrero próximo, hay al menos tres candidatos que están buscando convertirse en esa tercera opción que rompa el binomio Salgado-Pereira y que arrastre la simpatía de aquellos migueleños que ya no confían en Salgado o de aquellos que están decepcionados de la administración de Pereira, pero no creo que el bagaje político de alguno de esos tres candidatos, los recursos y su maquinaria de campaña les alcancen para imponerse ante los dos «pesos pesados».
Entre esos tres candidatos que aspiran a ser la tercera opción votable están dos mujeres: Margarita Gómez y María Vigil Viera, ninguna de las dos se ha potenciado por calar y atraer el voto femenino de San Miguel, y dar alguna sorpresa en las elecciones. El tercero es Moisés Juárez, quien tuvo sus obstáculos para colarse como candidato.
Tanto Miguel Pereira como Will Salgado saben y están seguros de que la lucha por la alcaldía de la Perla de Oriente será entre ellos dos, al igual que la ha sido en las últimas dos elecciones municipales, y sin duda sus campañas tendrán el componente de ataques mutuos que generen desgaste, aunque esto no abone al ejercicio democrático.
Estoy seguro de que los tres candidatos que no parecen ser los favoritos para ganar la comuna conocen las debilidades y fortalezas de los dos personajes favoritos, pero hay un punto que también deben tener claro, y del que siempre se ufanan muchos candidatos: «para la campaña necesitas pisto, y si no tienes pisto, mejor no te metas». Esa frase se las he escuchado muchísimas veces a algunos «zorros de la política» en oriente.
Y es justo en ese punto que no sé qué tanto dinero tengan esos tres candidatos para derrocharlo en la campaña, en la que, por mucho que sean conocidos, populares, bonitos o que hablen con buen tono, siempre necesitarán dinero, porque habrá interesados que se te acercarán para pedirte algo a cambio de su respaldo, aunque al final no hay nada que garantice que el día de la elección te darán su voto.
Estoy seguro, y a menos que suceda algo extraordinario el día D, de que San Miguel se proyecta seguir siendo gobernado por el FMLN o ver regresar a Salgado, este último al que muchos le hacen señalamientos, pero hay algo de cierto y es que, hasta hoy, no hay nada judicializado de lo que se le menciona.