Hoy contaré la historia de Edith, una joven que comenzará su vida universitaria y a quien le comenzaron a salir las terceras molares superiores; se quejaba de dolor de cabeza y de presión en los dientes. Decidimos tomar una radiografía panorámica para ver cómo está el hueso y las cordales, si será posible la erupción sin problemas o si deberán extraerse. Las molares superiores tienen un buen pronóstico, pero… ¡sorpresa! Las inferiores están retenidas.
¿Qué es eso?, pregunta la paciente.
Algo les impide salir, se han girado, están inclinadas y presionan el resto de las piezas dentarias. A eso se debe el dolor y la presión en la cabeza.
El cuerpo humano funciona como un reloj en muchos aspectos y cada cierto tiempo en la naturaleza se desarrollan fenómenos que marcan una época del individuo. La boca no es la excepción.
La dentición permanente o adulta tiene cambios significativos que comienzan a los seis años con la erupción de la primera molar y culminan a los 18 años, aproximadamente, cuando erupcionan las famosas cordales o las muelas del juicio. Al no tener un desarrollo craneofacial adecuado, las terceras molares o cordales no tienen un espacio para erupcionar, lo que causa varios problemas: desde un pequeño dolor de cabeza hasta la formación de quistes o tumores que requieren una intervención quirúrgica traumática o que dejan secuelas de por vida.
Los padres deben estar atentos a la erupción dentaria de las piezas de los niños, adolescentes y jóvenes. En El Salvador es frecuente la neoplasia llamada odontoma, que se desarrolla dentro del hueso e impide la erupción de dientes permanentes.
Si a su hijo no le erupcionan los dientes después de que se le han caído las piezas de leche, debe consultar. Podría ser una erupción retardada, pero también se debe descartar el tumor benigno mencionado.
Los equipos para tomar radiografías panorámicas son muy seguros. La cantidad de radiación que se utiliza para obtener esta imagen es inocua, por lo que una radiografía debería ser uno de los regalos al llegar a esa edad. De esa manera se evitarían problemas de mala oclusión, apiñamiento o pérdida de otras piezas por no eliminar las molares del juicio a tiempo.
Las piezas que están en una posición adecuada requerirán un procedimiento simple y de un tiempo de recuperación relativamente corto. Así que les sugiero prestar atención a este evento importante en la vida de los jóvenes para evitar complicaciones en el futuro.
Es menos costoso, en todo sentido, tomar una radiografía para estar seguros y extraer las cordales cuando el joven tiene 18 años o menos, ya que a esta edad las raíces no están totalmente formadas, el hueso es suave y la recuperación del procedimiento quirúrgico será más rápida.