Las contundentes acciones del Gobierno del presidente Nayib Bukele contra las pandillas han despertado una ola de satisfacción en las redes sociales, que también ha impulsado a los ciudadanos a hacer sus denuncias, lo que ha llevado a la captura de delincuentes a lo largo y ancho del país. De esta manera, los patrullajes desarrollados en conjunto por la Policía Nacional Civil y los miembros de la Fuerza Armada se complementan con la información que proporciona la ciudadanía.
Gracias a las herramientas legales que le aprobó la nueva Asamblea Legislativa al Ejecutivo, más de 7,000 delincuentes han sido sacados de las calles, y ahora enfrentarán penas de cárcel más largas y duras, para llevar tranquilidad a barrios, colonias, cantones y caseríos.
Las medidas contra la delincuencia son celebradas más allá de las fronteras patrias, y lo más irónico del caso es que las felicitaciones para el presidente Bukele se manifiestan en los comentarios de publicaciones que califican de «polémicas» las acciones de las fuerzas de seguridad debido a la firmeza que muchos aspiran tener en sus países.
En contraparte, un pequeño grupo de organizaciones internacionales ha defendido a los criminales al alegar que hay violación de los derechos de los detenidos, aunque se trate de delincuentes que han cometido atrocidades. En respuesta, en las redes sociales también se critica que mientras los ciudadanos honrados trabajan de sol a sol para llevar alimento a sus hogares, los pandilleros que han cometido asesinatos, extorsiones, violaciones y robos reciben comida a tiempo, de buena calidad y en cantidad.
Por eso, con el anuncio del presidente Bukele sobre la limitación de la alimentación para estos delincuentes, condenados por la masacre que sus cómplices cometieron, la reacción popular ha sido de respaldo a la disposición; solo los defensores de los pandilleros han salido a reclamar.
Después de la declaración del estado de excepción y la implementación de las nuevas medidas en contra de los pandilleros, los asesinatos promovidos por las organizaciones terroristas han sido contenidos y los ciudadanos han recuperado la tranquilidad. Sin embargo, para los que viven de la inseguridad, así sean voceros de las pandillas y ONG que se financian de vender una imagen apocalíptica del país, estas han sido malas noticias porque se le demuestra al mundo que El Salvador sí puede vencer a las pandillas, con lo que pierden los millones que reciben.