Las nuevas condiciones de seguridad que ofrece El Salvador motivan a más salvadoreños que residen en el exterior a regresar a su patria para invertir en diferentes rubros y así contribuir con el desarrollo y generación de empleos.
Boris Crespín es uno de esos salvadoreños que decidió regresar a su tierra natal, San Pedro Puxtla, en Ahuachapán, después de residir 42 años en la ciudad de San Francisco California, Estados Unidos, para hacer florecer sus sueños: dedicarse al cultivo de cítricos.
Para hacer realidad sus metas se asoció a otros dos salvadoreños, con quienes fundó la Sociedad S.H.B. Innovaciones Agro Industriales de El Salvador, S.A.de C.V. El siguiente paso se concretó en febrero de este año, cuando los socios compraron 254 manzanas de la finca Los Ángeles, situada entre los cantones El Durazno, en San Pedro Puxtla y La Esperanza, en Guaymango, Ahuachapán.

De ese total, dispusieron de unas 80 manzanas para el cultivo de naranjas y mandarinas. La producción es comercializada en los mercados mayoristas como: La Tiendona, en San Salvador; Mega Plaza, de Sonsonate; y el resto se exporta a Guatemala.
«Hemos visto como ciudadanos el cambio que está experimentando el país durante la gestión del presidente Nayib Bukele, algo positivo está pasando para que muchos salvadoreños nos sumemos a invertir en el país», expresó Crespín.
Añade, que junto a sus socios, han observado como en el país están cambiando las políticas en cuanto a seguridad, situación que los motiva para que las inversiones sean sostenibles en el tiempo.
INVERSIÓN PRODUCTIVA
Por su parte, el presidente del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa), Salvador Gómez Góchez, dijo que los salvadoreños en el exterior (Salex) perciben la efectividad del Plan Control Territorial que ejecuta el Gobierno.

«Este tipo de proyectos de la agroindustria son fuentes generadoras de empleo y nosotros vamos a apoyar en todos los trámites y procesos que sean necesarios para que los productores encuentren nuevos mercados para poder exportar», agregó el titular del organismo.
Sobre este proyecto Salex, Proesa informó que se desarrollará en tres etapas. La primera se concretó este año con la inversión de $1.2 millones; la segunda se realizará el próximo año con una inversión de $300,000 destinado al aumento de la producción del cultivo de naranjas; y en la tercera fase prevén invertir $500,000 para la gestión e industrialización.
Hasta la fecha, el volumen de producción en la finca es de 2.5 millones de unidades en promedio. Para el próximo año se espera que la producción alcance los tres millones de unidades; sin embargo, la meta es que para 2025 se produzcan alrededor de 30 millones de unidades.
Para repoblar la zona de cultivos de naranjas, los productores sembrarán 90,000 árboles de cítricos y generarán 65 empleos directos en la zona.
Por otra parte, en el proceso de industrialización, los productores proyectan la construcción de una planta procesadora en San Pedro Puxtla, donde se realizará el lavado, clasificado, encerado y extracción de concentrado de jugo.
Una vez ingresen al proceso de industrialización, la apuesta es ubicarse en una zona franca para poder distribuir y exportar el producto.
«Hemos visto como ciudadanos el cambio que está experimentando el país durante la gestión del presidente Nayib Bukele, algo positivo está pasando para que muchos salvadoreños nos sumemos a invertir en el país».
Boris Crespín, inversionista Salex.
«Este tipo de proyectos de la agroindustria son fuentes generadoras de empleo y nosotros vamos a apoyar en todos los trámites y procesos que sean necesarios en busca que los productores encuentren nuevos mercados para poder exportar».
Salvador Gómez, presidente de Proesa.