Mañana es el último día para publicar encuestas, según establece el Código Electoral. Las casas encuestadoras que tienen un firme compromiso democrático han cumplido presentando periódicamente sus estudios sobre la intención de voto de los ciudadanos. Algunas incluso han establecido las proyecciones de diputados por partido político y los posibles escenarios para los gobiernos en las ciudades importantes, sin olvidar cuáles son los principales problemas percibidos por la población y la valoración que esta da al trabajo del Gobierno Central.
Por el contrario, también han sido notorias las ausencias, motivadas por cálculos políticos y conflictos de interés que trascienden la esfera de lo periodístico. El silencio de los medios de comunicación que las patrocinan y su negativa a publicar otras encuestas confirman su posición política, enfocando sus esfuerzos en promover sus opciones partidarias. Los ciudadanos han sido testigos de estas vergonzosas omisiones.
Hoy se presentará una nueva encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), con un sondeo de la realidad nacional, en lo que parece que será el último estudio de cara a los comicios del 28 de febrero. A partir del domingo empieza la veda de encuestas, que no es lo mismo que la prohibición de hacerlas. Siempre se pueden hacer, pero no se pueden publicar, y sirven como una guía para los partidos políticos en contienda.
Asimismo, a partir de ese día comienza un período de reflexión para que los ciudadanos terminen de decidir a quiénes van a elegir como nuevos diputados y alcaldes. Los medios de comunicación seguirán informando de las actividades proselitistas, exponiendo propuestas legislativas y de gobierno de las municipalidades, como parte de su compromiso social de llevar información a los ciudadanos.
Sin embargo, cada persona elegirá a los candidatos de su preferencia este 28F y tendrá la oportunidad de transformar la historia de El Salvador con la renovación de la Asamblea Legislativa. El último elemento que surgió para formarse una opinión surgió este martes con la puesta en marcha de un plan entre ARENA y el FMLN para destituir al presidente Nayib Bukele, lo que fue considerado como un intento de golpe de Estado desde el Legislativo. Tal ha sido el impacto negativo que los promotores de la iniciativa han tratado de desligarse y se han retractado de cometer un acto de esa naturaleza a escasos días de las elecciones.
Las intenciones están claras, así como las de aquellos que quisieron ocultar el respaldo ciudadano expresado en todas las encuestas.