El Gobierno del presidente Nayib Bukele aboga por una solución permanente para los salvadoreños que viven en Estados Unidos amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS) desde 2001, debido a los terremotos de enero y febrero de ese año.
El principal argumento a favor de estos salvadoreños son sus más de dos décadas de contribuciones económicas y de seguridad social en Estados Unidos.
Por medio de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores reiteró que los salvadoreños han impulsado la economía estadounidense con el pago de impuestos, tasas y otras contribuciones especiales. Además, el 95 % de la población salvadoreña con TPS tiene empleo formal, el 53 % paga una hipoteca y cerca del 10 % son empresarios.
El aporte a la economía estadounidense de los salvadoreños con TPS ha sido reconocido también por terceros. Por ejemplo, el Centro para el Progreso Americano (CAP, en inglés) dice en uno de sus informes que las comunidades con TPS procedentes de El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua y Sudán representan el 98 % de casi 318,000 de los beneficiarios en total. Contribuyen $2,300 millones en impuestos federales y $1,300 millones en impuestos estatales y locales cada año.
«Abogamos por una solución permanente para miles de familias salvadoreñas y de otras nacionalidades que se verían afectadas por esta decisión», exhorta el Gobierno del presidente Bukele.
El TPS es una decisión que toma el presidente de Estados Unidos y que se ha renovado cada 18 meses. Durante el último gobierno del FMLN se anunció la cancelación del TPS para los salvadoreños, pero gracias a las gestiones del Gobierno del presidente Bukele, los beneficiarios procedentes de El Salvador son los únicos que tienen asegurados 365 días adicionales en caso de una decisión no favorable sobre el TPS.
En la actualidad, una corte de Apelaciones debe decidir el futuro del TPS debido a una demanda interpuesta por la hija de unos salvadoreños en un caso que se conoce como Ramos VS. Mayorkas y que enfrenta a la Alianza Nacional TPS contra abogados de la administración del demócrata Joe Biden.
Los más de 190,000 salvadoreños con TPS han hecho méritos suficientes para continuar viviendo en Estados Unidos: son ciudadanos ejemplares, no tienen récord criminal y, en definitiva, han hecho de ese país su nuevo hogar, por lo que el Gobierno del presidente Bukele los acompaña.