El 3 de febrero de 2019, el pueblo salvadoreño enderezó el camino y eligió la ruta del desarrollo y la superación de la vieja política. La elección de Nayib Bukele como presidente de la República de El Salvador fue el inicio de la posguerra y sentó las bases para la transformación de la nación al dejar atrás a los actores político-militares, que terminaron por hacer de la confrontación su «modus vivendi», aliados en lo más profundo para mantener los beneficios de crear un enemigo ideológico.
El presidente Bukele celebró este aniversario de forma muy diferente, con un impulso sin precedentes a la cultura salvadoreña al inaugurar los trabajos para la construcción de la nueva biblioteca nacional de El Salvador, una obra que perdurará por generaciones y que será el epicentro de actividades artísticas, científicas y de investigación académica.
«Hoy se cumple el tercer aniversario de la victoria del presidente Nayib Bukele, victoria que abrió un nuevo capítulo para el desarrollo de El Salvador. Felicidades, presidente», dijo la embajadora de China en El Salvador, Ou Jianhong, quien acompañó al mandatario en el acto protocolar.
La biblioteca es una obra millonaria donada por la República Popular de China que encajará perfectamente en el Centro Histórico para llevar aires de modernidad a la ciudad, además de que se convertirá en el epicentro cultural de la nación.
Este punto es particularmente distintivo en la transformación que vive El Salvador tras la victoria del presidente Bukele porque ningún otro Gobierno ha invertido tanto en la cultura como el actual, en el que se ha refundado el Ballet Nacional y la Orquesta Sinfónica, además de la educación mediante la entrega de las computadoras para los estudiantes y los maestros, y la capacitación para usar los programas informáticos.
A eso se suma la inversión para recuperar las aulas y las escuelas, cuyas infraestructuras fueron abandonadas durante decenios debido a la desidia de ARENA y del FMLN, que estuvieron ávidos de saquear los fondos públicos para enriquecerse.
El 3 de febrero de 2019, la historia se encarriló por la ruta del desarrollo, el progreso, la prosperidad, la seguridad y la superación de una era completa de corrupción y decadencia. Son tres años de transformaciones, de superación de obstáculos y de cumplimiento de metas. Falta mucho por hacer y hay todo un pueblo decidido a acompañar estas transformaciones.