El invicto de Municipal Limeño no duró más de tres partidos. Acabó en el estadio Barraza frente a un Águila que se vio dominado en varios tramos del encuentro, pero que fue más contundente frente al marco y se bastó de un destello para alzar vuelo y descorchar su primer triunfo.
Pocas veces se vio al Águila correr tras la pelota en el torneo pasado. Casi siempre dominó en posesión, pero este domingo, por media hora, pese a que tuvo un tridente de marca: Darwin Cerén, Tomás Granitto y Melvin Cartagena, el balón se les deslizó entre manteca y debieron perseguir a Marvin Ramos y Gilberto Baires que, con pie educado, movieron los hilos de un serio Limeño.
Debió esperar un cuarto de hora el conjunto anaranjado para visitar la portería de Yimmy Cuellar y lo hizo con un remate de media volea de Carlos Salazar, que apenas inquietó al portero santarroseño. Después de eso, Águila mostró una ligera mejoría, pero no tardó en caer nuevamente bajo el dominio territorial y poco productivo de los visitantes.
Es que con todo y que mantuvieron a raya a los negronaranja, los cucheros únicamente sumaron una llegada de peligro: un remate de Javier Fermán (7′) que sacó Ronald Rodríguez antes que cruzara la línea de gol, por lo demás fue más insistente Águila que sumó un disparo más a puerta en los botines de Kevin Reyes, al 35′.
Fue ese disparo el que bajó la palanca para dar por concluido un primer tiempo peleado estratégicamente, pero bastante pobre en emociones y las hinchadas se las cobraron enviándolos a los camerinos en completo silencio.
En la vuelta a las acciones Limeño volvió a la carga y se encontró con un gol tempranero de Javier Fermán, pero fue invalidado al señalarse un polémico fuera de lugar y no subió la pizarra, pero provocó que el técnico, Ernesto Corti, moviera el tablero.
Salazar dejó su puesto a Ronaldinho Caicedo y Granitto al Chelo Díaz, lo que cambió el rostro al encuentro. Al 62′, Caicedo hizo volar a Cuéllar con un remate a quemarropa, y luego, en el 65′, Díaz fue asistido por Cerén desde el tiro de esquina y sacó un misil que hizo explotar de júbilo el Barraza con el 1-0.
El Águila pudo ponerle un clavo más a la herida de los cucheros, pero Yimmy Cuellar voló para atajarle un remate de penalti a Darwin Cerén, en el 85′.