Durante las primeras dos semanas de vigencia de las medidas excepcionales para combatir la violencia que desataron las organizaciones criminales, las fuerzas de seguridad han capturado a más de 9,000 pandilleros, lo que ha llevado tranquilidad en todo el territorio nacional.
Al respecto, es importante destacar el esfuerzo extra que representa para la Policía Nacional Civil (PNC) y para la Fuerza Armada los nuevos patrullajes, los cuales se han multiplicado, pues con el Plan Control Territorial ya estaban implementados, pero ahora, gracias a las reformas aprobadas en la nueva Asamblea Legislativa, permiten mejorar el proceso y garantizar que los pandilleros sigan detenidos.
En este punto, también se debe destacar la otra parte de los esfuerzos de la seguridad pública, que corresponde, en primer lugar, a la Fiscalía General de la República, que respalda concienzudamente todos los casos presentados, y ha conseguido que en las primeras audiencias contra los criminales capturados se haya logrado que los jueces los enviaran a todos, excepto a uno, a prisión preventiva mientras se desarrolla el proceso penal correspondiente, que terminará con la imposición de penas, aumentadas drásticamente por los diputados de Nuevas Ideas y sus aliados, pero objetadas por la oposición, que defiende a los pandilleros.
En coordinación, la Corte Suprema de Justicia activó más tribunales especializados para atender la mayor demanda de trabajo, gracias a la efectividad de la PNC y del Ejército para rastrear a pandilleros y capturarlos.
En el proceso de revisión de cada uno del primer medio millar de casos presentados ante los tribunales, uno de los detenidos fue puesto en libertad, a solicitud de la misma Fiscalía, que determinó que no era integrante de las organizaciones criminales. Esto es parte del trabajo a conciencia que se ejecuta entre las diferentes áreas involucradas. Los errores se corrigen, porque no se trata de arrestar a toda la población, como falsamente pregona el aparato de propaganda de la oposición, queriendo hacer creer a la comunidad internacional que hay arrestos masivos de activistas de los partidos irrelevantes.
Y el último eslabón del esfuerzo estatal contra las pandillas corresponde a la Dirección General de Centros Penales, que ha hecho espacio suficiente para encerrar a los criminales capturados por las fuerzas de seguridad y procesados por los tribunales.
Los ciudadanos honestos y decentes aplauden este trabajo coordinado que ha traído seguridad y tranquilidad a todo el país. Y, gracias al aumento de las penas, será así por mucho tiempo.