La Cámara Primera de lo Penal de San Salvador ordenó poner en libertad a los tres exdirigentes del equipo Alianza y dos empleados de Estadios Deportivos de El Salvador, EDESSA.
El tribunal superior revocó la detención que había emitido el Juzgado Cuarto de Paz de San Salvador tras una apelación que presentó el equipo de abogados defensores quienes mostraron su inconformidad por la medida impuesta.
La Fiscalía General de la República los acusó por agrupaciones ilícitas, pero en la audiencia inicial el juez modificó el delito y lo calificó como infracción a las reglas de seguridad que señala el artículo 267 en relación al artículo 268 del Código Penal en la modalidad agravada.
El artículo 267 castiga el delito con cárcel de uno a tres años, y multa de 30 a 50 días de salario, pero como el artículo 268 lo agrava, la pena de prisión es de cuatro años.
En este proceso se aplica el numeral 2 del artículo 268 que menciona la agravante cuando el hecho haya ocurrido en edificio, local público donde hubiese una concurrencia numerosa de personas.
Según el ministerio público el delito atribuido es por la estampida humana ocurrida en el Estadio Cuscatlán el 20 de mayo del año 2023 cuando se iba a realizar el encuentro entre Alianza Fútbol Club y el equipo Club Deportivo FAS.
Los acusados que ya están libres son: Pedro Hernández, Edwin Abarca Ventura y Zoila Córdova, presidente, gerente y financiera de Alianza FC, respectivamente; así como Reynaldo Avelar Contreras, Gerente General de EDESSA y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
El pasado 2 de junio los cinco imputados quedaron el libertad tras llegar a un acuerdo conciliatorio con 51 aficionados lesionados y los parientes de nueve fallecidos en la estampida que terminó en tragedia en el estadio Cuscatlán, cuando se jugaba un partido por semifinales.
Los procesados fueron detenidos horas después de quedar en libertad en el Juzgado Primero de Paz de San Salvador, luego que se autorizara la salida alterna por esos delitos de lesiones culposas y homicidio culposo.
En las investigaciones se determinó que hubo negligencia en la organización del evento deportivo por parte de los dirigentes y empleados de EDESSA procesados. El día de la tragedia se detectó sobreventa de boletos, lo cual dejó a más de 4,000 aficionados fuera del estadio, ante ello, algunos de los fanáticos derribaron un portón de entrada lo que terminó en una fatal estampida humana.