El pasado 10 de febrero inició el nuevo año chino, esta vez regido por el dragón, pues el zodiaco chino se rige por 12 animales para definir el año, también conocido como año nuevo lunar, Festival de Primavera, Tet y Seollal, ya que el nuevo calendario lunar significa hacer borrón y cuenta nueva de los últimos 12 meses y abrir la puerta a un nuevo año lleno de esperanzas y expectativas.
En El Salvador las festividades del año del dragón se desarrollarán este día en el Centro Histórico de San Salvador, según invitación personal del excelentísimo embajador de la República Popular China en El Salvador, Zhang Yanhu, que transcribo a nuestros lectores: «El día 14 de febrero, a las diecisiete treinta horas en la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), vamos a celebrar el Año Nuevo chino con fuegos artificiales y con drones; claro, también con espectáculos culturales y comida china. Están todos ustedes muy bienvenidos».
Es importante resaltar que en la simbología china 2024 es el año del dragón, que se corresponde con el quinto lugar del zodiaco, que simboliza el poder, la fuerza y la buena fortuna. Su elemento es la madera; por lo tanto, es el año del dragón de madera. La madera representa la flexibilidad, el crecimiento y la creatividad. Sin afán de querer convertirme en un astrólogo, ni mucho menos en un adivino, transmito al amable lector de «Diario El Salvador» el profundo significado en la cultura china, donde los años de madera son favorables al desarrollo y la expansión, por lo cual se espera que 2024 traiga evolución, mejora y abundancia para la humanidad, por lo que es el momento perfecto para unos comienzos rejuvenecidos y para sentar las bases del éxito a largo plazo.
En un video que circula profusamente se puede escuchar al doctor honoris causa por la Universidad de Pekín Nayib Bukele, presidente electo, desear en chino un feliz y venturoso año nuevo para el pueblo chino y salvadoreño. Este calendario astronómico de la cultura china, una civilización de más de 6,000 años de antigüedad, tiene en cuenta las posiciones de cinco planetas, Venus, Júpiter, Mercurio, Marte y Saturno; la posición del día y de la noche (el sol y la luna); los cometas y la fecha de nacimiento. Todo ello en correspondencia con el gran libro de la sabiduría de la ciencia y la cultura china, I Ching o Libro de las Mutaciones, donde se mantiene la dialéctica del ciclo del yin y el yang, lo positivo y lo negativo, la luz y la oscuridad. Es tan importante el I Ching que, leyenda o hecho verídico, se dice que el presidente Mao Zedong, antes de cruzar el río Xiang en 1934 para librar la batalla más dura de toda la Larga Marcha, consultó el I Ching para saber el destino de esa embestida del Ejército Popular de Liberación de China contra el ejército nacionalista del generalísimo Chiang Kai-Shek, que fue derrotado.
El Año Nuevo del dragón, animal totémico o espiritual del zodiaco, es celebrado con dragones rojos, desfiles, danzas tradicionales, farolillos de luces, fuegos artificiales y, en la actualidad, drones, en todo el mundo, incluyendo El Salvador este 14 de febrero.
Feliz Año Nuevo chino, año del dragón de madera, al pueblo salvadoreño, que sus postulados de paz, armonía y prosperidad se cumplan este año de nuevo inicio legislativo, ejecutivo y judicial en nuestro país.