El sector bancario internacional continuó bajo presión ayer, pese a las medidas tomadas por reguladoras de Estados Unidos y Europa y por los gigantes de Wall Street para sostener la crisis surgida tras las quiebras del Silicon Valley Bank (SVB) y del Signature Bank.
Aún con la venta urgente del banco suizo Credit Suisse a su competidor UBS -operación de rescate orquestada por las autoridades helvéticas ante el temor de una desestabilización del sistema bancario global- y con la ayuda de $30,000 millones entregada por un grupo de grandes instituciones financieras al estadounidense First Republic Bank, algunas plazas del mercado bursátil se mantuvieron con pérdidas.
Por ejemplo, el mismo First Republic, que fue uno de los bancos que más sufrió la semana pasada, se derrumbó 11 % en las primeras operaciones. Esta caída se profundizó tras haber sido degradado por la calificadora S&P Global Ratings.
S&P, que había colocado a First Republic en la categoría de inversiones especulativas el miércoles 15 de marzo, bajó el domingo 19 en tres escalones más la nota de la organización.
Los depósitos colocados en esa compañía por once grandes bancos «deberían aliviar la necesidad de liquidez a corto plazo, pero eso tal vez no solucione los problemas estratégicos, de liquidez, de financiamiento y de rentabilidad que enfrenta el banco», apuntó la calificadora en un documento.
En contraste, ayer, los títulos de los gigantes estadounidenses operaban al alza, al igual que las acciones de entidades regionales, que acaparan las preocupaciones de los inversores.
Por otro lado, para los analistas de Exor Latinoamérica, una firma de servicios financieros, la reciente adquisición de Credit Suisse -uno de los bancos considerados de importancia sistémica, debido al tamaño e importancia de sus negocios- «ha puesto en evidencia la fragilidad que tiene el sistema bancario mundial ante los agresivos incrementos de los tipos de interés impulsados por la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés)».
En ese contexto, los inversores están expectantes sobre qué postura tomará la Fed. Existen opiniones divergentes sobre si seguirán subiendo las tasas, ya que muchos señalaron que el colapso del SVB está vinculado al aumento de los costes del endeudamiento en el último año.
Robustez del sistema financiero salvadoreño
La nueva crisis financiera que experimenta Estados Unidos tras la quiebra de dos bancos en una misma semana, ha planteado dudas de los efectos que podría tener en los sistemas de otros países.
En El Salvador, a juicio del economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) en gobiernos del FMLN, Carlos Acevedo, la robustez que presentan los indicadores del sistema financiero local ofrece buenas perspectivas para hacer frente a las situaciones que puedan surgir con los movimientos en Estados Unidos.
De acuerdo al Informe de Desempeño Financiero de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) correspondiente a diciembre de 2022, los activos de los bancos alcanzaron los $21,862 millones al cierre del año pasado, con un crecimiento interanual del 3.5 %.
«Yo creo que el sistema financiero de El Salvador, si ves todos los indicadores, está bastante bien. Nuestra cartera de intermediación de activos anda arriba de los $20,000 millones», apuntó en la entrevista matutina Diálogo con Ernesto López.
«Creo y espero que la crisis bancaria de Estados Unidos no lleve a una crisis en el sistema financiero salvadoreño», agregó.