El FMLN, partido que gobernó El Salvador de 2009 a 2019, fracasó en los intentos insurreccionales que incitó el 10 de octubre de 1981 y el 11 de noviembre de 1989 porque careció del respaldo del pueblo, recordó el escritor y analista Geovani Galeas.
«Después de la muerte de monseñor [Óscar Arnulfo Romero] se abre la guerra civil en El Salvador y se abre en enero de 1981 la ofensiva general. El plan estaba basado en una insurrección general. Pasaron más de 10 días de combates infructuosos en los que el grupo armado, es decir, el pequeño grupo de conspiradores, salió a la calle en forma de guerrilla. Combatieron, pero no lograron levantar a las masas, no lograron que la gente en los barrios saliera a apoyarlos y a combatir junto con ellos», rememoró Galeas.
Ocho años después, el FMLN intentó nuevamente, por medio de las armas, tomar el poder, pero tampoco contó con el apoyo popular.
«La famosa ofensiva Hasta el Tope se vino a dar hasta 1989, que fue concebida como ofensiva final. El aparato militar guerrillero salió a las calles, combatió, hubo bastantes muertos, pero otra vez la guerrilla fracasó en su intento. La gente no se levantó, no hubo insurrección, y la ofensiva se diluyó», explicó Galeas.
Tomando como base ambos fracasos insurreccionales contemporáneos, el escritor y analista consideró que los llamados al alzamiento que ahora hace la oposición política contra el presidente Nayib Bukele no prosperarán porque «no hay un descontento generalizado», sino un amplio respaldo al mandatario, quien lidera la intención de voto para 2024, según las encuestas de la Universidad Francisco Gavidia y del Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA.