La fracción legislativa del partido FMLN volvió a demostrar públicamente en la última sesión plenaria de la Asamblea que mantiene su postura en defensa de los capturados bajo el régimen de excepción, y que la reducción histórica de homicidios lograda por el Gobierno no es de su agrado.
El Congreso avaló la noche del martes pasado la décima cuarta prórroga del régimen especial; sin embargo, los diputados efemelenistas Anabel Belloso, Dina Argueta y Jaime Guevara votaron en contra, mientras que su colega Marleni Funes no votó, pero intervino durante la discusión del dictamen para pedir, nuevamente, que se levante la medida constitucional y para abogar por los derechos de los terroristas.
El FMLN no ha respaldado ninguna de las prórrogas del régimen de excepción, porque alega que las autoridades capturan a inocentes; sin embargo, obvia referirse a los resultados palpables en materia de seguridad que ha dado dicha medida y el Plan Control Territorial (PCT), que son: 68,579 capturas de terroristas, las incautaciones de 2,752 armas de fuego, 3,669 vehículos y 16,580 teléfonos celulares.
Funes acusó al Gobierno de usar el régimen como parte de una campaña electoral y negó o desmeritó cualquier resultado favorable que ha dejado, pese a que según las encuestas 9 de cada 10 salvadoreños afirman estar más seguros con la medida especial.
«Nosotros [FMLN] hemos sido responsables con el dolor y la sangre de la gente, no se puede hacer campaña, no se puede jugar, solo una mente mezquina y perversa pueda usar algo tan doloroso y tan sensible para tales fines», dijo Funes.
Pero, en contraste, el expresidente de la república, Mauricio Funes confirmó que en 2014 fue cuando el FMLN más se benefició de la tregua que hizo con los grupos criminales, intercambiando vidas de salvadoreños por votos.
Funes reconoció que la candidatura de Salvador Sánchez Cerén, quien ganó la elección presidencial, logró aumentar los votos gracias a las pandillas. El exmandatario prófugo de la justicia instó al partido de izquierda a reconocerlo.
Las declaraciones de Funes desmienten a la legisladora, y confirman que, en realidad, fue el partido FMLN el que jugó «con el dolor y la sangre de la gente», e implementó prácticas ilegales para ganar las elecciones presidenciales, antes de su gran descalabro en 2019 y 2021.