Este fin de semana vimos que con mucha ilusión y vocación cientos de médicos se alistaron para presentarse a los exámenes para especializaciones que ofrece el Ministerio de Salud.
Más de 1,300 doctores (entre ellos, 80 extranjeros) hicieron el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias (ENAR) para aplicar a 22 especialidades médicas, entre las que se encuentran anestesiología, oftalmología, dermatología, psiquiatría y anatomía patológica. Esta vez también pudieron postularse para tres nuevas especialidades: neurología, radiooncología y medicina del trabajo.
Esta masiva afluencia de profesionales de la salud es una prueba de que son muchos los que se dedican a esta profesión para cumplir una vocación de servicio y beneficiar con su trabajo a otros ciudadanos; además, es una muestra de la confianza hacia el Gobierno del presidente Nayib Bukele, un reconocimiento de que esta administración está trabajando a conciencia para mejorar las condiciones de los médicos a través de estas especializaciones.
Frente esto siempre hay un pequeño grupo que es manipulado por políticos que tratan de crear caos o de generar conflictos sin una base real, sobre todo de cara a las próximas elecciones.
Así, vimos la semana pasada a una agrupación —Médicos por un Salario Digno (MPUSD)— amenazar al Gobierno con un paro nacional de labores, pero no por las razones que llevaron a médicos a marchar a mediados de los años noventa (en contra de los planes de privatización del Instituto Salvadoreño del Seguro Social impulsados por el gobierno de ARENA de entonces, lo que afectaría seriamente el acceso a la salud), sino porque se oponen a que el presidente Bukele se postule para un segundo mandato. O sea, es más que evidente su motivación política y alineamiento con la oposición.
El Colegio Médico se desvinculó de este pronunciamiento, pero luego escuchamos a su presidente decir en una entrevista en Canal 21 que para vivir en paz «hay que prepararse para la guerra», porque el Gobierno los está obligando a un enfrentamiento.
¿Es muy difícil distinguir entre médicos con una clara vocación de servicio, dispuestos a sacrificios para especializarse para dar un mejor servicio, de aquellos con motivaciones políticas y con una agenda oculta?
Las diferentes políticas del Gobierno del presidente Bukele han demostrado que está al servicio del pueblo, a diferencia de ARENA-FMLN, que saquearon el Estado para enriquecer a sus cabecillas y favorecer a sus financistas. ¿Es eso lo que añoran esos grupos con motivaciones políticas que quieren convertir la salud en un arma contra el mismo pueblo al negarle atención médica?