La residencial Brisas de San Francisco, en San Salvador, durante más de 10 años ha presentado inundaciones y pérdidas de bienes materiales debido a un problema estructural con la bóveda.
Según habitantes y funcionarios, el proyecto residencial tiene problemas desde el inicio, pues en abril de 2017 denunciaron que las constructoras no siguieron los procedimientos adecuados de construcción, no tenían todos los permisos necesarios y no utilizaron los materiales adecuados.
La residencial fue edificada durante los gobiernos del partido ARENA, en 1996-1997, por empresarios privados que no recibieron los permisos de la ANDA, de Obras Públicas y del Ministerio de Medio Ambiente para ejecutar las obras. En 2017, el exministro de Obras Públicas Gerson Martínez, que actualmente es investigado por los casos del Sitramss y del «by pass» de La Libertad, denunció la situación.
El exfuncionario presentó el caso ante el fiscal general de ese momento; sin embargo, la administración de Martínez no resolvió de forma integral la problemática, pues en abril de 2017 anunció que invertirían $445,000 y aceptó que no era suficiente para solucionar el problema. «Tenemos una autorización de $445,000; sin embargo, los estragos que vemos aquí son mucho más costosos», declaró Martínez en una conferencia de prensa.
De igual forma, ese año, los habitantes de la residencial denunciaron ante la Fiscalía que la empresa constructora no cumplió los lineamientos técnicos establecidos por la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (Opamss), relacionados con las medidas de la base hidráulica y con el grosor de los muros, que no debe ser menor a 40 centímetros. Según informaron las autoridades en ese momento, los muros medían menos de 20 centímetros de grosor.
Además, se advirtió que, al no cumplir con los lineamientos técnicos, la construcción de la residencial sería constitutiva de delito, ya que desde 1998, cuando sucedió el primer colapso de la bóveda, los habitantes no habían recibido una solución real de las constructoras.
Por lo tanto, al no ejecutar una obra integral que resolviera la problemática, los daños de la bóveda se agudizaron con el paso de los años y provocaron costosas pérdidas a los habitantes. «La bóveda tenía sus afectaciones desde su construcción. Es una bóveda que había colapsado en diferentes tramos, incluso he visto fotografías del exministro de Obras Públicas que había llegado con el exfiscal de la república y esos tramos siguen igual o peor», denunció el actual ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez.
Durante las tormentas Amanda y Cristóbal, la residencial fue afectada por fuertes inundaciones que arrastraron más de seis carros hacia la bóveda, también afectaron las estructuras de viviendas.
De acuerdo con el ministro Rodríguez, cuando inició su administración encontraron tres tramos de la bóveda dañados, y de estos algunos habían colapsado. El funcionario indicó que hicieron trabajos preliminares, pero no podían intervenir la bóveda con una solución completa, ya que la Asamblea Legislativa pasada no aprobaba los fondos.
«Por ahí mencionaron que el dinero de Brisas de San Francisco nos lo asignaron en 2021, pero quiero aclarar que, en diciembre de 2020, cuando fuimos a la Asamblea a explicar la necesidad de los fondos para Brisas de San Francisco, los diputados aprobaron los proyectos de inversión del MOP, pero luego revisamos el decreto y decía que recortaban $270 millones de inversión pública. Solo los proyectos de mitigación que llevábamos en ese momento eran $54 millones, es decir que nos cortaron los proyectos de mitigación», explicó Rodríguez en una entrevista de radio.
Solución Real
El actual ministro de Obras Públicas explicó que actualmente invierten $3.1 millones para brindar una solución al problema de la bóveda, ya que la nueva Asamblea Legislativa aprobó los fondos. Esta inversión es para construir la nueva bóveda que mejorará la capacidad hidráulica y ya tienen el contrato para la cama hidráulica.
El proyecto beneficiará a 146,000 personas y consiste en la reconstrucción del tramo de bóveda colapsado (aproximadamente, 31 metros) y la reparación de la infraestructura social como calle, acera y área verde.
Además, se demolerán y reconstruirán 410 metros de cama hidráulica de la bóveda en dos tramos, uno de 350 metros y el otro de 60 metros. También será doblemente reforzada y se hará un relleno de base con una profundidad aproximada de 4 metros con lodocreto ciclópeo (piedra cemento).
Con esta obra, el MOP previene inundaciones, erosión del suelo y fallas de la estructura de la bóveda que ponga en riesgo la seguridad de la población; y trabaja en disminuir el riesgo de la pérdida de vidas y bienes materiales, y mejora la infraestructura vial de la zona.
Obras Públicas también atendió la ruptura de aguas negras en noviembre de 2021. Asimismo, ANDA reparó la tubería y el MOP hizo la excavación, pavimentó la calle y reconstruyó la acera, esto con la inversión de $40,000. Estos trabajos son adicionales a los que se ejecutan con los $3.1 millones.