La llegada al país de las vacunas de AstraZeneca por medio de la iniciativa COVAX de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una muestra de los avances que El Salvador ha hecho para contener la pandemia. Como dijo Franklin Hernández, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la rama regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay un reconocimiento del manejo que hizo el Gobierno de Nayib Bukele para contener la COVID-19. La llegada de este medicamento se ha dado porque hay un cumplimiento estricto de los requerimientos técnicos de la OMS.
Ha sido un largo camino. Hace un año, el presidente Bukele anunciaba el inicio de la primera cuarentena para evitar la propagación del coronavirus en el país. Ahora ya hay una vacuna disponible y El Salvador ya empezó a proteger al personal médico de primera línea. Con las 33,600 dosis recibidas —segundo lote de la vacuna de AstraZeneca en llegar al país— se avanza en la inoculación del personal que enfrenta la COVID-19 a diario.
La OMS ha visto en El Salvador que hay una excelente preparación para el despliegue del plan de vacunación, con módulos especiales para resguardar y administrar la vacuna, pero también con las instalaciones necesarias para mantener a la temperatura adecuada el medicamento.
La OPS anunció que el país comenzará a recibir las vacunas de la iniciativa COVAX poco a poco. El objetivo es que llegue a todos de forma equitativa, pero garantizando que haya un buen manejo. El Salvador es uno de los cuatro países de Latinoamérica en recibir las vacunas antes que el resto de las naciones porque tiene las condiciones para almacenarlas, distribuirlas en el territorio y aplicarlas de la mejor forma.
Hace un año, cuando la pandemia empezaba, nadie pensaba en una vacunación masiva mundial, y menos en que El Salvador estaría entre los primeros países en inocular a su población. Hace un año el Gobierno todavía hacía el recuento de las carencias con las que recibió la administración pública producto de 30 años de malas decisiones. Ahora podemos decir que la red pública de hospitales se recuperó y amplió; salió del abandono en el que estuvo por décadas.
Todavía hace falta mucho camino para salir de la actual crisis global provocada por el coronavirus, pero tenemos la confianza de que El Salvador avanza por el mejor camino.