Al igual que Jorge Merino en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, en 2002 Juan Salmerón se había tatuado una medalla de oro en su mente, y el karate salvadoreño y las cámaras visualizaban imagen en lo más alto de podio.
La ansiada presea no llegó ya que como recuerda hoy 21 años más tarde, a las puertas de San Salvador 2023, se lesionó combatiendo por equipos y eso le apartó de pelear en su categoría individual y el open.
«La apuesta era que yo iba a ganar oro en mi categoría. Los demás (combate por equipo y kata individual) eran preámbulos.», detalla, al tiempo que asegura que, aunque ya pasaron 21 años, el recuerda esos gloriosos juegos de San Salvador 2002 como que el tiempo no hubiese pasado.
«Cuando cuento de los Juegos yo siento como si fue hace dos años, pero no ya pasaron 21 años. Yo me acuerdo de todo, cada minuto, de cada segundo. Gané plata en kata individual y bronce en combate por equipos. En la que iba asegurar oro era en combate individual, pero peleando en combate por equipos se me dislocó la clavícula», afirma sobre las causas que le impidieron ganar el metal dorado.
Salmerón, quien reside en Houston desde hace un par de años, hizo del karate su vida. Comenzó a practicarlo allá por 1989 y de esa fecha hasta allá por 2010, aunque todavía entrena y de ves en cuando compite como pasatiempo, se colgó más de un centenar de medallas de todos los colores y en diferentes competencias y latitudes.
«Tengo como unas 150 medallas», cuantifica. Y es que Salmerón fue campeón nacional por mucho tiempo y su reino incluso absoluto se extendió a todo Centroamérica.
Salmerón, quien también ya desempeñó una faceta de coach de karate, participó de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1988 y los de San Salvador 2002, en faceta de atleta. También estuvo como miembro del comité técnico en los Juegos de Cartagena de Indias, Colombia 2006 y Mayagüez Puerto Rico 2010 como entrenador de la selección.
Empero, sin lugar a duda sus mejores recuerdos los atesora de San Salvador 2002. «Para mí en esos juegos todo fue alegría, desde la preparación hasta la culminación. La medalla de plata (en kata) es de mucha celebración porque la final fue con Antonio Díaz de Venezuela, campeón panamericano por muchos años y era campeón del mundo también. Superarlo no estaba tan fácil», dice Salmerón quien considera complicado superar esa hazaña.
SENSEI
En su larga y laureada carrera Salmerón a desempeñado funciones de entrenador y dos de los alumnos aventajados a los que impartió instrucciones y conocimientos son Jorge Merino y Gabriela Izaguirre, actuales figuras del karate y de quienes guarda anécdotas.
«A Gaby la entrené por muchos años y a Jorge también. A Merino lo vi casi desde el día que llegó a matricularse o a inscribirse a la federación», recuerda, mientras argumenta que tanto Jorge como Gaby están muy bien preparados en el área técnica, en la estratégica.
De Merino, aparte de la capacidad técnica y estratégica destaca su time, es decir su precisión para saber cuando es el momento oportuno para atacar, anticipar y contraatacar y de Gaby su agilidad.
A partir de eso, Salmerón no duda en acuñarles medalla de oro a los dos atletas para San Salvador 2023. «Yo tengo, fe no, la certeza de que ellos van a ganar. Ellos nacieron para eso. Llevan años preparándose», confió y detalló que los resultados en el alto rendimiento comienzan en las 10 mil horas de entrenamiento y estos atletas ya sobrepasaron ese tiempo.