El rol de la mujer en las Fuerzas Armadas ha evolucionado significativamente a lo largo del tiempo, y varía según el país y la cultura. Tradicionalmente las Fuerzas Armadas han sido instituciones dominadas por hombres, con roles y responsabilidades asignados de acuerdo con estereotipos de género y prácticas culturales. Sin embargo, en las últimas décadas ha habido avances significativos en la integración de las mujeres en las Fuerzas Armadas en muchos países.
El rol de la mujer en las Fuerzas Armadas ha experimentado cambios significativos a medida que las sociedades reconocen el valor de la diversidad y la inclusión en estas instituciones, evolucionando en todo el mundo.
El caso salvadoreño no es la excepción; por lo tanto, las mujeres en nuestra Fuerza Armada tienen un rol activo en una variedad de áreas, incluyendo combate, logística, medicina, ingeniería, comunicaciones y administración.
Desde el punto de vista de las oficiales se percibe un liderazgo femenino claro, y en la medida que más mujeres ingresan a la Fuerza Armada también están ascendiendo a puestos de liderazgo y tomando roles de alto nivel dentro de las organizaciones administrativas y militares, lo que refleja un cambio significativo en la cultura y la estructura institucional.
Dentro del trabajo de las mujeres está lo administrativo, apoyo logístico, recursos humanos, finanzas, abastecimiento, gestión de instalaciones, contribución al mantenimiento y operación de sistemas de comunicación; en el ámbito de la salud están presentes como personal médico y de enfermería; en el ámbito educativo existen mujeres instructoras en centros de entrenamiento especializados impartiendo capacitación en áreas como tácticas militares, pero también en la parte de investigación académica y científica.
Dentro del contexto histórico, enmarcado en las señoras oficiales que integran la FAES, es ineludible hablar de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 2000, donde se enfatizaba la participación de la mujer en operaciones de paz. Por tanto, la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios, en enero de 2000, incorporó a señoritas cadetes para integrar los estudios académico-militares, con el fin de tener a señoritas y señoras oficiales de la FAES, que se incorporaron a las diversas actividades laborales en las ramas del Ejército, Fuerza Aérea y Marina.
Igualmente es importante subrayar que ante la necesidad de combatir a las pandilleras, terroristas y a toda su estructura colaborativa se hace necesario contar con personal femenino que tenga las funciones y se desempeñe en el grado de soldados (tropas) para respetar el debido procedimiento, contribuyendo al cumplimiento de la misión dentro del plan del Gobierno en el apoyo a las tareas de seguridad pública.
En conclusión, la participación de la mujer en la Fuerza Armada de El Salvador muestra un alto grado de profesionalismo, valor, espíritu de cuerpo, honor, con una visión moderna capaz de vencer las barreras y los obstáculos culturales, logrando un ambiente de armonía, democratizador y altamente profesional; a eso hay que agregar la efectividad del Plan Control Territorial en la reducción de la criminalidad y la mejora de la seguridad en El Salvador.