Por medio de la campaña Árboles para El Salvador, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha sembrado árboles a escala nacional. Uno de los lugares más estratégicos han sido las zonas de recarga hídrica en las que se han desarrollado plantaciones de diferentes especies, con el objetivo de fortalecer los beneficios ecosistémicos.
En ese sentido, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el MARN ha desarrollado amplios esfuerzos para reforestar zonas a escala nacional. En los últimos tres años, ha sembrado árboles en áreas de recarga hídrica como el acuífero de El Playón, situado entre San Juan Opico y Quezaltepeque, La Libertad; el acuífero de la Planicie Costera, en el sector de La Paz y San Vicente; el acuífero de la Planicie Costera del sector de Ahuachapán sur-Sonsonate; desde el río Paz hasta el Kilo 5; la cordillera Metapán y Alotepeque, situada entre Metapán y Chalatenango; el acuífero de San Miguel-Olomega; el área natural protegida del Complejo San Marcelino, ubicada al occidente del país, entre otras.
Todos estos lugares son de suma importancia ecológica, ya que las zonas de recarga hídrica que están en la cuenca hidrográfica, donde una gran parte de las precipitaciones se infiltran en el suelo, ayudan a recargar los acuíferos en las partes más bajas de la cuenca.
Por lo tanto, la reforestación ha generado beneficios en algunos cuerpos de agua como en los ríos Lempa, Sucio, Zanjón el Chino, Sacramento, San Pedro, Jiboa, Comalapa, Grande San Miguel, Torola, Sapo, Mejicapa, entre otros. También, en las lagunas Chanmico, El Jocotal y Olomega.
El MARN ha identificado algunos impactos medibles en las zonas reforestadas, como el aumento de las poblaciones de especies de la fauna silvestre, la provisión de bienes y servicios demandados por las comunidades rurales como leña, y frutas de estación.
De igual forma, han registrado un aumento en el nivel de las microcuencas, que son áreas que desarrollan un drenaje superficial que se dirige directamente al río principal de una subcuenca, además se mantienen las condiciones de humedad del suelo debido a que ahora existe mayor cobertura vegetal y mayor infiltración.
«Ha aumentado el nivel de las microcuencas con la mayor permanencia de la época seca de manantiales y pequeños ojos de agua», informó el director de ecosistemas del MARN, Miguel Gallardo.
El especialista también advirtió que los mayores impactos se visualizarán a mediano y largo plazo, y estos podrían ser la recuperación gradual y sostenida de las superficies con mayor regeneración natural de la vegetación, el incremento de la disponibilidad de madera, leña, postes, piezas para la construcción rural, frutas y la mayor fijación de carbono.
En los tres años de Gobierno del presidente Bukele, se han sembrado más de 2.6 millones de ejemplares con el programa Árboles para El Salvador. Solo en lo que va de este año se han cultivado 110,000 plantas.
Las especies que se plantan son principalmente nativas, forestales y frutales, y se pueden destacar el cortez blanco, el cortez negro, el maquilishuat, el marañón, la ceiba, el carreto, el conacaste, el madrecacao, el ujushte, el aceituno, el cedro, el caoba, el copinol, el pepeto, el paterna, el cacao, el san andrés, el volador, entre otros.
«Hemos plantado árboles en 1,600 hectáreas con nuestra campaña Árboles para El Salvador. El tema de la reforestación de ecosistemas es un objetivo importante […]. Estamos reforestando en la época de lluvia y en el resto del año se preparan los viveros», informó el titular de Medio Ambiente, Fernando López.
Por medio de este programa también se han reforestado zonas afectadas por incendios, áreas naturales protegidas, bosques y espacios de importancia ecosistémica. También se han entregado árboles a instituciones que desean reforestar. Recientemente, el titular de Medio Ambiente informó que, como parte de la segunda fase de dicho programa, plantarán árboles en las 187 áreas protegidas, en las cuencas de ríos y en los sistemas agroforestales. «El programa Árboles para El Salvador es sin precedentes y la reforestación cumple una función específica. Invitamos a la población a que se una. El resultado a corto plazo es tener el árbol sembrado y también se busca intervenir zonas específicas», informó López.