El Plan Control Territorial y el régimen de excepción funcionan efectivamente contra el combate a las pandillas porque el Gabinete de Seguridad tuvo como base un análisis, que permitió determinar el inicio y el desarrollo de las estructuras, lo que facilitó ejecutar las medidas de seguridad de manera adecuada.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro y el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, han explicado que tuvieron que analizar el crecimiento acelerado que tuvieron las pandillas, su comportamiento y su estructura interior para lograr combatirlas.
«Nosotros tuvimos que estudiar a las pandillas, analizar sus comportamientos, sus rituales, todos ellos son asesinos seriales, que para ascender dentro de la pandilla tenían que matar. Cuando recuerdas, 30 años atrás, encuentras unas políticas y todas iban encaminadas a no brindar la seguridad a la población y eso permitió el crecimiento acelerado de estos criminales. En los últimos años hubo un crecimiento exponencial sin precedentes, precisamente por todas las políticas erróneas cometidas por gobiernos pasados y que lindaron con acuerdos a cambio de votos», indicó Villatoro.
Mientras que Arriaza Chicas, ha afirmado que «en estos desafíos, en estas metas y evaluación de resultados en materia de Seguridad Pública», el Plan Control Territorial liderado por el presidente Nayib Bukele es un plan exitoso, así como el régimen de excepción. Con estas estrategias de seguridad, las pandillas han sido desarticuladas, solo en el último año se han capturado más de 60,000 pandilleros y sus colaboradores, además, han incautado a estas estructuras 3,490 vehículos, 2,654 armas de fuego y 16,285 celulares.
Arriaza Chicas explicó recientemente que dentro de proceso se identificaron «31 programas de la estructura MS, de esos, 29 programas son locales y 2 internacionales que los andamos buscando. Definimos números, de las organizaciones criminales llamadas clicas, tenemos ciertas cantidades como de la MS, 18R, 18S y lo más importante que definimos cómo la organización criminal inició y cómo se vino desarrollando».
Villatoro ha hecho alusión a cuando a finales de los años 90 en El Salvador ya había un problema de pandillas que se percibía en el ambiente y que tanto él como el actual fiscal general, Rodolfo Delgado al identificar el fenómeno fueron frenados en su actuar, «me acuerdo muy bien que el gobierno de esa época y el director de la Policía no nos dejaron avanzar. Son de las interrogantes que aún tenemos», asegura.
Un nuevo grupo criminal
El análisis de las autoridades logró determinar también que los pandilleros identificados como «retirados» estaban formando un nuevo grupo de pandilla en el país y esto ocasionó una disputa que provocó una escalada de violencia.
«Lo cierto es que detrás de lo que andamos es de todos aquellos que son parte, fueron parte, que colaboran con estructuras terroristas, que les tienen negocio a estos líderes y vamos a seguir en ese ímpetu. No creemos que una persona diga que es retirada de la pandilla, lo cierto es que pasó, fue, para ingresar a pandilla hay que matar y lo que nosotros estamos proscribiendo es la estructura terrorista como tal», ha mencionado el funcionario.
La perspectiva de seguridad en El Salvador ha cambiado desde junio del 2019 cuando la reducción de violencia fue significativa y ahora, casi cuatro años después, el país se ha convertido en uno de los más seguros de Latinoamérica. El titular de Seguridad ha expresado que las pandillas han sido desarticuladas en más del 70% y este logro es gracias a las medidas de seguridad implementadas en el país:
«Lo que hemos venido haciendo nos ha permitido que 10 de las 15 sillas (jefes mareros) ya estén sometidas», asegura. En el siglo pasado, sillas eran asignadas a los jefes de la mafia italiana que tenían tentáculos en diversos rubros delictivos.
Seguridad ha detallado que hasta ahora se han capturado a 10 de las 15 «sillas» [jefes] de la MS. La última captura de uno de estos mandos se efectuó el pasado 8 de diciembre. El cabecilla fue identificado como Eduardo Pérez o Héctor Yovanny Carpio, conocido en la mara por «Scooby». Fue expulsado de Guatemala y entregado a la Policía Nacional Civil (PNC). Los otros 5 líderes de la mara, que han huido del país, ya están identificados y las autoridades están coordinando acciones para que enfrenten la justicia salvadoreña.
«Somos un Gobierno fuerte y valiente, esta campaña de guerra contra las pandillas va a terminar hasta que capturemos al último terrorista y, a los que cobardemente han salido del país, sepan que el brazo de la justicia los alcanzará», dice el titular de Seguridad.