Desde el viernes se rompió la meta prevista de turismo interno de las autoridades del ramo para las vacaciones de Semana Santa. Es decir, antes de llegar a los dos últimos días del feriado, que suelen ser los más movidos, ya se habían movilizado miles de salvadoreños a las playas, los turicentros, parques y pueblos en el país.
Desde donde se le mire, esto solo tiene impactos positivos, ya sea a la hora de mostrar el dinamismo de la economía salvadoreña, la generación de ingresos para pequeños y medianos empresarios y, sobre todo, la seguridad con la que cuentan los ciudadanos para desplazarse hacia cualquier punto del país con la certeza de que los delincuentes han sido detenidos por las fuerzas del orden.
La oposición, mediante sus órganos de propaganda, ha difundido la idea, respaldada por organizaciones y Gobiernos extranjeros, de que El Salvador es inseguro y que es necesario que vuelvan las cosas a como estaban antes, cuando ARENA y el FMLN hacían lo que querían.
Sin embargo, lo cierto es que el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha logrado, por medio de las reformas legales aprobadas por la Asamblea Legislativa, enviar a prisión a millares de pandilleros, y todavía hay otros miles más detenidos y en espera de la decisión de los jueces.
Son los pandilleros los únicos que deben temer en este período excepcional en el que las autoridades han operado de manera contundente. Ya se ha demostrado que los errores en las capturas se corrigen y que es hasta la misma Fiscalía la que pide la liberación de personas que no tienen vínculos con las organizaciones criminales.
Ha sido gracias a estas acciones coordinadas por la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada en las colonias, los barrios, los cantones y los caseríos que se ha logrado la captura de más de 12,000 pandilleros, que han sido procesados por la Fiscalía y presentados ante los tribunales.
Gracias a la decisión popular de dejar fuera a ARENA y al FMLN del Ejecutivo y de relegarlos a una esquina en el Legislativo se ha podido sanear el sistema judicial, al sacar a jueces que protegían a los pandilleros retorciendo la ley para impedir que se impartiera justicia a las víctimas.
Con el desbordante turismo en todo el país (que organizó incluso una competición internacional de fútbol playa que ganó la Selecta), las iglesias llenas como no se había visto debido a la pandemia (que ha sido muy bien manejada) y la economía creciendo, ¿dónde está la verdad en los medios opositores?
Lo único que se verá es el innegable triunfo de la Selecta de playa. Lo demás queda oculto detrás de su campaña de inseguridad, violaciones a los derechos de los pandilleros y de catástrofe. Gracias a Dios, ya nadie les cree y los ciudadanos pueden ver la verdad.