A 202 años, por fin estamos celebrando la verdadera independencia. Ahora somos un país soberano, libre, que goza de esa anhelada seguridad que nos permite recuperar la esperanza.
Lo anterior ha sido posible gracias al liderazgo del presidente Nayib Bukele, quien ha propiciado el renacer de El Salvador. Las políticas públicas implementadas a favor de la población han hecho que el sueño de grandeza que se tiene como nación esté cumpliéndose, algo que hace apenas unos años atrás era imposible.
Nuestro Gobierno ha trabajado sin descanso para que, a través de sus políticas, la población pueda vivir en un ambiente de libertad y paz, y así celebrar la festividad de independencia con total convicción.
Los resultados son palpables. Pero todo ha conllevado un arduo trabajo de todas las entidades del Gobierno. Y es que el presidente Bukele nos ha llamado a creer en nosotros mismos. Gente de otros países ya cree en nuestra capacidad.
En cuatro años, la actual administración ha tenido la capacidad de transformar el país y que la puesta en marcha del Plan Control Territorial permitió poner en marcha la guerra contra las pandillas.
En ese contexto, podemos decir con propiedad que estamos viviendo una etapa histórica importante como nación, un capítulo que merece ser compartido con otras naciones, especialmente con nuestros hermanos de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, con quienes compartimos vínculos históricos, culturales, familiares. Sumamos a República Dominicana, Belice y Panamá, socios fundamentales para El Salvador.
Justo en este semestre, El Salvador asumió la presidencia «pro tempore» del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). En este período, buscamos potenciar el proceso de integración regional a través de mecanismos innovadores, ejerciendo una presidencia renovada y que se destaque por trabajar en temáticas concretas, que generen beneficios de impacto para el desarrollo de la población de nuestros países.
Entre los temas a impulsar bajo la coordinación de El Salvador se destacan: la integración económica, la agenda de seguridad, el fortalecimiento institucional, la agenda social regional, la cooperación y la resiliencia climática y gestión del riesgo.
Lo anterior viene a potenciar a Centroamérica, una región rica en oportunidades. Somos la sexta economía más grande de Latinoamérica y el Caribe, con más de 50 millones de habitantes. Juntos somos una región con fuerza para atraer inversión y generar desarrollo.
Y es que desde la perspectiva económica, los países hermanos son nuestro segundo mejor socio comercial, un tercio de las exportaciones de los productos nacionales se queda en la región. Asimismo, es de tener en cuenta que más del 90 % de la economía en la región la constituyen las mipymes.
Por otra parte, luego de más de cinco años de arduo trabajo, a lo largo de Centroamérica se ha logrado la formulación del Plan Maestro Regional de Movilidad y Logística 2035, herramienta guía que define para el corto, mediano y largo plazo la visión, los objetivos y las acciones sectoriales para los principales modos de transporte de Centroamérica.
El enfoque del plan maestro es integral y busca abordar de manera holística los diversos aspectos que influyen en el transporte de carga y la logística en la región. Para apoyar la construcción de un sistema integral de movilidad y logística regional se desarrollaron políticas y programas para tres niveles territoriales: regional, toda Centroamérica; subregional, múltiples países adyacentes; y nacional, cada país.
Debemos tener en cuenta que Centroamérica también es una región interconectada. El Sistema de Interconexión Eléctrica (Siepac), con más de 1,800 kilómetros, permite que ocho de cada 10 hogares en Centroamérica cuenten con energía eléctrica, representa también el único mercado eléctrico integrado de Latinoamérica.
En este sector podemos crecer económicamente y seguir apostando a un desarrollo sostenible, teniendo como región más del 70 % de una matriz energética limpia. En la energía renovable encontramos un factor de competitividad para la industria.
Centroamérica cuenta con un sistema de integración, el más avanzado entre los países en desarrollo. El fomento a la integración económica centroamericana es clave para el crecimiento económico y el desarrollo de la región, pues incrementa nuestra competitividad, permite la facilitación del comercio y las inversiones, lo cual se traduce en beneficio palpable para los centroamericanos.
El Salvador asume con orgullo su liderazgo y la confianza que los otros países han depositado en nosotros durante esta presidencia. Conscientes de que nuestra población demanda resultados ante desafíos comunes como la seguridad, las inversiones, la migración, entre otros, estamos pasando de la retórica a acciones concretas y ejecutables que solo lograremos juntos. Todos, como hermanos centroamericanos.