«Cuando lo vi que salió con su sonrisa, sentí una gran alegría y quería abrazarlo», fueron las primeras palabras de Mirna Márquez, madre del astronauta Frank Rubio, luego de presenciar el regreso de su hijo, esta madrugada, a través de una pantalla gigante en el centro de Conchagua, La Unión.
El regreso del astronauta de origen salvadoreño fue transmitido en vivo en una pantalla gigante en la localidad donde reside la mamá de Frank, y además de ella, fue presenciado por estudiantes de diferentes instituciones educativas, funcionarios de gobierno, alcaldes, diputados y medios de comunicación nacionales e internacionales que dieron seguimiento, desde horas de la madrugada, a las primeras reacciones de la madre del astronauta.
Al momento de las imágenes del desabordaje de Rubio, su madre se aproximó más a la pantalla para sentirlo más cerca, y entre palmas, lágrimas, sonrisas y una serie de sentimientos encontrados, doña Mirna mostraba su gratitud al ver nuevamente en Tierra a su hijo que permaneció más de un año en la Estación Espacial Internacional (EEI) de la NASA.
«Me siento feliz y dándole gracias a Dios, porque es algo que lo he esperado casi un año y me siento bien contenta. Quiero verlo, pero lo voy a poder ver hasta en diciembre porque va estar en cuarentena. Bendito sea Dios que lo pudo lograr y esta demostrando que ellos están preparado para eso y que tiene una excelente preparación, así que yo me siento orgullosa de que él haya seguido los pasos de su preparación y que lo haya hecho muy bien», manifestó la señora Mirna Argueta.
La madre de Frank no ocultó que, en los momentos previos a ver la aparición de la aeronave, tuvo momentos de angustia por los riesgos que implican este tipo de operaciones espaciales, pero posteriormente a la llegada todo fue gratitud y alegría por este logro que alcanzó su hijo de una importancia a escala mundial.
Momentos después, la esposa de Rubio que ha estado en cuarentena, para poder recibirlo en la NASA, se comunicó con Argueta, para informarle que su hijo ya estaba en vuelo hacia Houston, Estados Unidos, en donde deberá cumplir los protocolos que implican estas misiones.
Luego del acto de preparado, la madre de Rubio reiteró que su hijo le ha expresado su interés por visitar El Salvador junto a su familia, después de casi 30 años que vino por última vez. Tampoco ocultó sobre sus mayores deseos al volver a ver físicamente a su hijo.
«Hablaríamos de cosas de los hijos, cosas mías y hacerle la comidita que a él le gusta, porque le gusta mucho la comida salvadoreña y como ya no va tener dieta, porque cuando se fue yo fui para cocinarle, pero no podía comer mucho porque tenia que mantener su peso, hoy viene libre de comer lo quiera», afirmó Argueta.
Al finalizar este momento histórico para el país y el mundo, Mirna Argueta, agradeció al presidente Nayib Bukele, por el apoyo que le brindó para el montaje del evento en Conchagua, y también a una empresa privada de la cabecera departamental, que también le estuvo ayudando desde un primer momento.