El presidente Nayib Bukele goza en estos momentos de una aprobación superior al 90 %, de acuerdo con varias encuestas de opinión pública divulgadas a lo largo de las últimas semanas.
Con respecto a los gobernantes contemporáneos, el presidente Bukele les aventaja, y por mucho. En cuanto a la historia nacional, Bukele es el mandatario que más aceptación ha tenido a lo largo de su Gobierno.
Mientras algunos gobernantes gastan su capital político en los primeros años de administración, el presidente Bukele no hace más que aumentar sus números de aceptación, ganando más adeptos y simpatizantes. Se trata de ciudadanos satisfechos, convencidos del buen trabajo y orgullosos por haber sido testigos de la transformación de El Salvador.
El éxito del presidente Bukele ha sido tal que en otros países sus ciudadanos ansían tener a un gobernante que tenga medianamente el valor que tuvo él para declarar la guerra a las pandillas, para declarar la guerra a la corrupción de los viejos políticos y que tenga la suficiente visión para tomar decisiones osadas e innovadoras.
Por eso el presidente Bukele es el mejor candidato para las elecciones del próximo año. No es nada más de percepción popular, sino que también hubo una votación de por medio, a través de la cual los militantes de Nuevas Ideas lo eligieron su candidato.
La Sala de lo Constitucional validó el derecho del ciudadano presidente para presentar su candidatura, y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acatará el fallo, tal y como lo ha hecho fielmente a lo largo de su historia.
El pueblo salvadoreño tendrá la última palabra, validando un segundo mandato de Bukele a través del voto libre, directo y sin coacción.
Los únicos que se oponen a una candidatura del presidente Bukele son los políticos que saben que no tienen ninguna oportunidad de competir contra él porque sus candidatos no están a la altura y son rechazados por la ciudadanía. Por eso rechazan la voluntad de un pueblo entero que ha encontrado a su verdadero líder.
Son incapaces de reconocer el buen trabajo del Gobierno del presidente Bukele y, por eso mismo, no comprenden que esa excelente gestión es la base de la tremenda popularidad del mandatario.
Sin embargo, el pueblo salvadoreño decidirá si le da al presidente Bukele un segundo mandato para continuar con la seguridad, el dinamismo económico y la restauración del orgullo nacional.