Un total de 13,694,999 papeletas que sobraron de las elecciones del 4 de febrero y 3 de marzo pasado a causa de que los ciudadanos no asistieron a votar serán destruidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) por mandato de ley.
La entidad electoral mandó a imprimir 30,266,334 boletas para los cuatro tipos de sufragios (presidencial, Asamblea Legislativa, municipal y Parlamento Centroamericano), incluyendo el 1 % adicional de papeletas que establece el artículo 187 del Código Electoral.
Fueron 6,053,334 papeletas de votación por cada una de las elecciones. El registro electoral estuvo conformado por 5.4 millones de salvadoreños que tenían el derecho de emitir el sufragio, más el excedente de boletas que imprime el TSE en caso de que se necesiten reposiciones.
De las elecciones presidenciales sobraron 2,873,181 papeletas; en las legislativas, 3,062,268; en los comicios de Parlamento Centroamericano, 3,855,366, y de la votación municipal quedaron 3,904,184. «Las juntas receptoras de votos tienen que contarlas y destruirlas como una medida de seguridad para que cuando ya se realice el escrutinio de los votos válidos y todos los demás no vaya a presta para que las sobrantes puedan ser marcadas o algo por el estilo y sean contadas», explicó el consultor en materia electoral Juan Gilberto Contreras, y añadió: «Inmediatamente termina la votación, esas papeletas se destruyen, se rompen».
Contreras y Guillermo Wellman, magistrado del TSE, coincidieron en que hay un impacto ambiental significativo con la impresión de una numerosa cantidad de papeletas y más aún cuando un buen porcentaje de estas queda desperdiciado por la inasistencia de los ciudadanos a ejercer el sufragio.
«Sesenta toneladas de papel se necesitan en El Salvador para hacer una elección como la que hicimos, 25 millones de papeletas, ¿y qué pasó? En la elección del 3 de marzo hubo ausentismo, no se votó, ¿y qué había que hacer? Destruirlas [las papeletas sobrantes] porque la ley dice que hay que destruir las. ¿Cuántos árboles se talaron para el papel?», se preguntó el magistrado.
Además, aseguró que es necesario que se hagan reformas para reducir el impacto ambiental que produce el uso de grandes cantidades de papel para los eventos electorales.
«Eso es lo que nos está afectando con el cambio climático. Yo creo que definitivamente todo lo podemos hacer a través del medio digital, ese es el rumbo que lleva El Salvador. El uso de la tecnología es el camino que llevamos todos, los organismos electorales y los Gobiernos», analizó el funcionario.
Contreras consideró que la mejor solución es que la gente participe en las elecciones para que el número de papeletas destruidas se reduzca. «Pero al final, votos válidos o ausentes, el papel ya está impreso, ya se utilizó y el impacto ambiental siempre se tiene», añadió.
A su juicio, una solución puede ser reciclar las hojas sobrantes mediante un procedimiento especial para convertirlas en papel apto para los próximos eventos electorales, «obviamente pasando por un tratamiento de reciclaje».
Concordó con el magistrado Wellman en que otra vía para reducir el impacto ecológico podría ser comenzar a dar pasos hacia la votación electrónica.