¿Qué significa la injerencia política? Resulta cuando un estado político, grupos u organizaciones opinan en contra de la acción de un Gobierno sobre sus asuntos internos. Injerencia proviene del verbo latín «inserere»; la injerencia se vincula a entrometerse o inmiscuirse en asuntos de otro país con el uso de su influencia o de su poder.
Después de que el presidente Bukele anunció sus aspiraciones a la reelección presidencial aparecieron una cantidad de voces disonantes en el exterior en contra de esta decisión, entre ellas una carta que firmaron exmandatarios latinoamericanos y un español. En esa carta critican la decisión del presidente Bukele de postularse a la reelección aduciendo una alteración al orden constitucional; en esa carta expresan que la OEA realice un «análisis urgente» de la decisión del presidente Bukele. Lo que ignoran esos señores es que quien elige al presidente no son ellos, es el 90 % de la población salvadoreña que demanda y le ha pedido su reelección. Esa carta es una acción clara de injerencia política, es una intromisión y un manoseo de los asuntos internos de un país soberano; se les olvida que cada Estado tiene soberanía sobre su territorio y que los demás países, organismos o funcionarios extranjeros no pueden tomar partido en las decisiones internas de un país.
De la misma manera, también está lo que se conoce como «injerencia gubernamental», que indica cuando un Estado interfiere deliberadamente en los asuntos internos de otro, con el claro propósito de imponer su voluntad; de ahí ya ese país es señalado como injerencista.
Algunos organismos financieros también toman esa actitud de injerencia al proponer el otorgamiento de préstamos millonarios a los países que los solicitan a cambio de adoptar determinadas políticas económicas, y algunos por sus grandes necesidades económicas se ven obligados a aceptar tales condiciones.
La reelección del presidente Bukele es una petición pública de la mayoría de la población, que la demanda por su efectivo trabajo al frente del Gobierno. Este es un caso inédito en la historia de El Salvador, que una población mayoritaria de más del 90 % le pide su reelección. Además, la Sala de lo Constitucional emitió un fallo legitimando esa acción, si el pueblo decide reelegirlo. Los únicos que tienen el derecho de reelegir a su presidente son los salvadoreños y lo van a expresar en las urnas en un ejemplo de fiesta democrática en la que todos pueden participar.
La injerencia internacional se asocia conceptualmente a la práctica de intervencionismo y puede ir desde la presión diplomática hasta la intervención militar, tal como ocurría en años anteriores en países latinoamericanos; en la misma carta de las Naciones Unidas se establece que «ningún país puede intervenir en los asuntos internos de otros».
Esto significa que es una obligación de los Estados de abstenerse e intervenir, ya sea directa o indirectamente en los asuntos internos de otro Estado soberano; sin embargo, para todos es muy conocida la Doctrina Monroe, desarrollada en 1823 por el expresidente de Estados Unidos James Monroe, que bajo el lema «América para los americanos» abrió el camino a la intervención neocolonial de Estados Unidos en el continente.