El Plan Control Territorial ha demostrado ser efectivo en muchos aspectos. No solo ha reducido los homicidios en general, sino también ha generado importantes bajas en otros delitos y ha sido pilar en la estrategia para el combate al crimen organizado.
Nunca en la historia se había dado tantos golpes al narcotráfico como en los últimos años. Hace apenas unos días, las autoridades reportaban el más grande decomiso hecho por El Salvador a la mayor distancia desde nuestras costas (948.2 kilómetros mar adentro): la interceptación de dos semisumergibles cargados con casi dos toneladas de cocaína, valuadas en $47.5 millones.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, suele ilustrar la efectividad de los patrullajes de la Fuerza Naval como «nuestra muralla del Pacífico», en tanto que su homólogo del Ministerio de la Defensa, Francis Merino Monroy, sostiene que la Fuerza de Tarea Naval Tridente está al servicio del país para ejecutar el Plan Control Territorial.
Uno de los delitos más sensibles ha sido el de los feminicidios, es decir, asesinatos de mujeres «por odio o menosprecio por su condición de ser mujer», según establece la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres. Sin embargo, gracias a la implementación del Plan Control Territorial, estos crímenes violentos han pasado de 87 casos reportados en 2018 a 27 durante todo 2021, de acuerdo con los registros de la Fiscalía General de la República.
Además, los casos que se han reportado han tenido amplio seguimiento y las autoridades han extremado esfuerzos para culminar con las capturas de los responsables, como sucedió con la detención de Joel Valle, acusado del feminicidio de su pareja, Flor García.
La captura de los responsables de estos crímenes es una prioridad para el Gabinete de Seguridad, para que les caiga todo el peso de la ley.
El trabajo de los ministerios de Seguridad y de la Defensa se complementa con la dirección funcional de la Fiscalía, que se apoya en la Policía Nacional Civil para investigar. Este trabajo integral y la armonía entre instituciones son las razones por las que el Plan Control Territorial ha tenido éxito. No se puede dejar de lado, además, el papel de la comunidad, pues en la medida que confía en la efectividad y entereza de las autoridades puede esperar mejores resultados.
Durante el Gobierno del presidente Nayib Bukele, El Salvador salió de la lista de los países más violentos del mundo. Gracias al Plan Control Territorial, desde 2020 el país ha reducido drásticamente los niveles de violencia que fueron acrecentados durante las administraciones de ARENA y del FMLN.