Miles de feligreses católicos participaron en la procesión del Silencio que partió de la iglesia El Calvario y recorrió las principales calles del Centro Histórico de San Salvador.
La actividad forma parte del triduo pascual y es una de las actividades importantes de la fe católica en el marco de la Semana Santa.
Entre los asistentes está Alfredo Escoto, que junto a su familia acuden a la procesión cada año. El feligrés afirmó que asistir es parte de su la fe que le tiene a Jesucristo y por eso hace el esfuerzo de asistir al evento.
«Año con año, los católicos tratamos de acercarnos para vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. La visita la hacemos en familia», dijo.
La procesión estuvo concurrida debido a las mejoras en seguridad como resultado de la estrategia del gobierno del presidente Nayib Bukele. Los salvadoreños reconocen el trabajo del gobierno en devolver la tranquilidad que fue arrebatada por las estructuras terroristas.
El Gobierno desplegó equipos de primera respuesta para cuidar de los asistentes.