El Gobierno de El Salvador lanzó ayer el proyecto Cultivo de Maíz de Alto Rendimiento a través del cual busca doblar la capacidad productiva de los campos de cultivo nacionales y garantizar el autoabastecimiento de este grano.
La apuesta, además, pretende combatir la vulnerabilidad del maíz blanco de consumo masivo al cambio climático e integrar con altos estándares tecnológicos a la cadena productiva, así como la capacitación del recurso humano.
En dicha iniciativa están involucrados el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa), la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), el Instituto de Transformación Agraria (ISTA), y Atider, empresa de servicios de consultoría agropecuaria y desarrollo rural, de origen mexicano.
«Queremos no solo ser autosuficientes sino también exportar. Ahora que se avecina una crisis mundial, nuestro presidente Nayib Bukele va al encuentro para proteger a las familias salvadoreñas», indicó el viceministro de Agricultura, Óscar Guardado.
El proyecto consta de dos fases, en la primera, que inició ayer, un estimado de 150 profesionales agrónomos en su mayoría graduados de la ENA, se presentaron a una serie de capacitaciones teóricas impartidas por expertos de la empresa mexicana, quienes posteriormente pondrán en práctica en un terreno de 15 manzanas del Centa San Andrés, en San Juan Opico, la siembra de la primera cosecha experimental.
«El producir maíz de alto rendimiento significa llegar a ser autosuficientes en nuestro consumo, poder generar una reserva estratégica para mantener los precios y, desde el tercer año en adelante, podremos ser un país exportador de maíz blanco de alta calidad», afirmó el viceministro de Agricultura.
Por su parte el director del Centa, Edgardo Reyes, indicó que para este primer impulso, el Gobierno ha destinado un monto de $1.9 millones, que además de la capacitación del recurso humano, implica la compra de maquinaria agrícola de última generación como sembradoras al vacío, aspersoras, rastras niveladoras de suelo, así como el proceso de siembra, manuales y compra de insumos.
De acuerdo con el funcionario, en la actualidad el país produce un estimado de tres toneladas de maíz blanco por hectárea y con esta inversión, planea llegar a seis toneladas por cosecha en la misma cantidad de terreno.
En términos generales, el vocero del Centa agregó que, en la actualidad, la demanda de maíz blanco en El Salvador ronda los 22 millones de quintales al año, mientras que la producción local es de 17.5 millones de quintales anuales, lo que provoca una dependencia de más de 4 millones de quintales de importaciones, para satisfacer la demanda nacional.
En esta primera etapa, también se espera cosechar unas 5,000 manzanas y gradualmente cubrir un 30 % de la demanda nacional para lograr el autoabastecimiento.
Mientras que en una segunda fase, mediante este proyecto el Gobierno espera ampliar la producción a escala nacional y lograr exportar el grano.
«La idea es transformar nuestra producción nacional, pasar de tres toneladas (maíz blanco) por hectárea a seis. Es un reto que todos hemos tomado como algo positivo. Producimos el 78 % (maíz blanco) del consumo nacional e importamos 22 %, se trata de que nosotros seamos autosuficientes», agregó Reyes.
Con estos indicadores, El MAG y sus aliados buscan incrementar la producción nacional y en un mediano plazo, convertir al maíz blanco en un producto de exportación, tras duplicar cosechas en todo el territorio nacional.
El Gobierno afirma que este programa es una iniciativa que está alineada con el Plan Cuscatlán y la Política Nacional Agropecuaria.