La FAES es una institución que ha sabido estar a la altura de las necesidades y emergencias que la república ha sufrido, convirtiéndola en una de las instituciones más queridas y mejor evaluadas por la población civil gracias a la empatía que ha entrelazado con los salvadoreños.
En estos últimos años, la historia salvadoreña recordará que la FAES, gracias a su legítimo y constitucional rol, ha colaborado en obras de beneficio público que le encomendó el Órgano Ejecutivo, con el fin de auxiliar a la población en casos de desastres nacionales; por ejemplo, tuvo un papel protagónico en la emergencia sanitaria durante la pandemia por COVID-19. Gracias a su listeza operacional y experticia en logística, entregó en todo El Salvador los paquetes alimentarios y trasladó vacunas contra el virus, sin dejar de lado otras emergencias, como la plaga de langostas y la actual guerra contra las pandillas, convertidas en una insurgencia criminal que estaba enquistada en amplias porciones del país.
Toda esta labor realizada por la FAES tiene un sustento legal que viene directo del mandato constitucional ordenado en el artículo 211, que expresa que la FAES es una institución permanente al servicio de la nación; también en el artículo 212 se aprecia, sin equívoco, que su misión es la defensa de la soberanía del Estado y la integridad del territorio; y es muy importante ver que el presidente de la república puede disponer excepcionalmente de la FAES para mantener la paz interna, como legítimamente se está haciendo.
Ante ese derecho y obligación constitucional, el señor presidente Bukele se apoya en la FAES en lo referente a la defensa nacional; siendo este un objetivo fundamental y una obligación indelegable e ineludible del Estado, siendo parte activa de la seguridad nacional para que el país mantenga el desarrollo sostenible necesario que permita a sus habitantes el goce de los derechos establecidos en los artículos 1 y 2 de la Constitución.
Para cumplir con esos nobles objetivos es importante desarrollar y mantener un sistema de defensa nacional moderno y adecuado a la realidad de El Salvador, que permita contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad certificando la inviolabilidad de la soberanía e independencia de El Salvador y el ejercicio de su libertad.
Por tanto, gracias al liderazgo del presidente Bukele, se está venciendo los obstáculos que se oponen a la consecución de los objetivos nacionales, que se manifiestan en la actual insurgencia criminal que trata de desestabilizar al Estado. Por eso es importante mantener intacta la seguridad nacional, pues es el conjunto de acciones permanentes que el Estado propicia para crear las condiciones que superan situaciones de conflictos, perturbaciones a la tranquilidad pública, catástrofes naturales y aquellas vulnerabilidades que limitan el desarrollo nacional y pongan en peligro el logro de los objetivos nacionales.
En conclusión, la FAES goza de la aprobación, estima y reconocimiento de la sociedad salvadoreña honrada, gracias a su profesionalismo y el cabal cumplimiento de su rol constitucional en esta nueva etapa de la historia salvadoreña.