El presidente Nayib Bukele sancionó la semana pasada la ley de incentivos de la innovación y la fabricación de tecnología, lo que permitirá atraer a empresas dedicadas a este rubro. Entre los sectores y gremiales que se relacionan con la innovación hay una enorme expectativa de crecimiento. Incluso desde el exterior ya se menciona la posibilidad de que esta ley pueda convertir a El Salvador en un «hub» de tecnología.
El país puede aprovechar esta oportunidad para hacer crecer una industria que, si bien lleva años desarrollándose, ahora puede recibir el impulso necesario para pasar a un siguiente nivel. Hace décadas, El Salvador era sede de empresas que maquilaban algún tipo de tecnología, como calculadoras, pero que por la inestabilidad política y la falta de seguridad —tanto jurídica como de las personas— se retiraron del país y llevaron sus inversiones a otras naciones.
De acuerdo con la ley ya sancionada por el presidente Bukele, las empresas que se dediquen a estos rubros quedarán exentas del pago de impuestos por los próximos 15 años (renta y gravámenes municipales, además de los impuestos a las ganancias de capital, de importación y transferencia de bienes inmuebles).
La nueva normativa busca generar desarrollo e impulsar el empleo, sobre todo porque promoverá la creación de trabajos para jóvenes. El Ministerio de Economía dará apoyo a las nuevas empresas tecnológicas que se instalen en el país, sean nacionales o con capital extranjero.
El Gobierno se prepara para establecer las condiciones para la creación de empresas tecnológicas, al mejorar y diversificar la producción de energía, volviéndola de fácil acceso y a buenos precios, además de tener condiciones para atraer a inversionistas que también están relacionadas con las criptomonedas. En este sentido, la adopción del bitcóin como moneda de curso legal también es parte de este empuje por la atracción de una industria no convencional en el país, pero que ha significado la llegada de empresarios y compañías dispuestos a operar en estas condiciones.
Con la incorporación de El Salvador en la red de internet satelital de Starlink, ahora será mucho más factible instalar puntos de trabajo remoto en lugares en los que los proveedores tradicionales habían tenido problemas para llevar su infraestructura, como montañas, playas y zonas rurales.
Un país con limitados recursos naturales como El Salvador puede salir adelante si aprovecha todas las oportunidades. Y esta ley, sin duda alguna, va en esa dirección, apuntando al desarrollo de manera novedosa y moderna.