La inmensa mayoría de los salvadoreños está de acuerdo en que el Gobierno del presidente Nayib Bukele lleva al país por el rumbo correcto. De acuerdo con la última encuesta de la compañía de larga trayectoria CID Gallup, el 83 % de la población considera que El Salvador marcha por un buen rumbo. La aprobación para el gobernante es del 87 %, el índice aumenta hasta el 94 % cuando se evalúa la seguridad pública.
Nueve de cada 10 salvadoreños califican positivamente el trabajo del Gobierno del presidente Bukele con la implementación del Plan Control Territorial para mejorar la seguridad en todo el país. En complemento con el régimen de excepción, las autoridades de Seguridad Pública han sacado de las calles a más de 55,000 pandilleros y colaboradores. Gracias a estas detenciones, que se facilitan con las reformas legales, las comunidades urbanas y rurales se han librado del terror que por décadas las maras impusieron.
Aunque se trataba de un problema evidente y mayúsculo que causó millares de muertes y el robo sistemático del esfuerzo de miles de trabajadores que fueron asaltados o extorsionados, las administraciones de ARENA y del FMLN prefirieron pactar con las pandillas, negociar con esos criminales el apoyo electoral, en lugar de combatirlos de manera frontal. A Mauricio Funes, el expresidente del FMLN prófugo por corrupción y nacionalizado nicaragüense, ayer se le abrió un nuevo juicio por impulsar la tregua de su Gobierno con las pandillas. El exdiputado y excandidato presidencial de ARENA Norman Quijano también está procesado por negociar con las maras, a las que dirigentes de su partido les entregaron miles de dólares.
Gracias a que los ciudadanos le dieron la espalda a la vieja, corrupta y decadente clase política, El Salvador pasó la página de la posguerra e inicia una nueva era de transformaciones. Una de las más importantes ha sido la recuperación de los territorios y la reducción, a pasos agigantados, de la inseguridad.
El país ya no está en la lista de las naciones más peligrosas por el alto índice de homicidios, ahora es reconocido por sus olas perfectas para surfear, la libertad económica del bitcóin y el café de alta calidad, además del buen ambiente para invertir.
Las inversiones en la infraestructura están mejorando notablemente la red vial y las futuras megaobras, como el viaducto Morazán y el Aeropuerto Internacional del Pacífico, mejorarán la conectividad y llevarán más progreso y desarrollo a las comunidades. Este es el rumbo que los salvadoreños han decidido y están dispuestos a apoyar.